Archivo de la categoría: Economía de las personas

Sistema Capitalista Moderno. Economía de Mercado. 1.1

1.1.            Crisis Económica: ¿Crisis de mercado? ¿Del capitalismo?

A menudo quienes aspiran o activamente se esfuerzan en construir “otra economía” –más justa, solidaria, no capitalista-, tienden a observar la economía dominante como experimentando una crisis profunda, y esperan que de algún modo sobrevenga un colapso, una demolición, una paralización del mercado, por efecto de su propio peso, de sus contradicciones internas, de sus crisis. Se piensa que cuando ocurra el colapso del mercado será el momento de “otra economía”. En presencia de lo que parece ser hoy el comienzo de una “gran crisis” económica, muchos anuncian que está a punto de verificarse el fin del capitalismo y, por tanto, que se abre la oportunidad para que la “otra economía” se despliegue como la gran solución.

Más allá de que palabras como “derrumbe” o “colapso”, aplicadas a la economía son solamente metáforas. El mercado no se detiene, no deja de funcionar, no se derrumba (a menos que sobrevenga una catástrofe que destruya la vida social, por causas exógenas al mercado como tal), por más que experimente crisis financieras y económicas de considerable envergadura. Porque el mercado es la interacción y la coordinación de las decisiones de producción, distribución y consumo que efectúan permanentemente las personas y sus organizaciones. Desde que existen, y mientras existan seres humanos y organizaciones, ha habido y habrá intercambios entre ellos, y el mercado seguirá funcionando.

El mercado es un ser vivo y cómo tal experimenta transformaciones que pueden ser muy profundas, estructurales. Las transformaciones más importantes y profundas, las experimenta el mercado cuando ocurren en la sociedad fenómenos que impactan profundamente la vida colectiva, tales como guerras (de las que hay que decir por macabro que parezca que siempre han sido motivo de desarrollo económico y social), devastaciones naturales, descubrimientos o conquistas de nuevos territorios, innovaciones tecnológicas de alto impacto, incorporación o agotamiento de importantes fuentes de energía, revoluciones sociales, instauración de un nuevo sistema político, etc. En tal sentido, es esencial comprender que el mercado se encuentra determinado, que no existe en sí mismo, que no funciona exclusivamente en base a sus propias dinámicas internas. El mercado es siempre un “mercado determinado”. En tal sentido, no puede descartarse que el mercado llegue a colapsar, hundiendo a las sociedades en un abismo de decadencia catastrófica; pero ello no puede ocurrir por causas inherentes al funcionamiento del mercado mismo, sino por impactos exógenos.

No obstante lo anterior, debe reconocerse que el mercado es capaz de resistir impactos exógenos muy fuertes, frente a los cuales reacciona conforme a sus propias dinámicas internas. Una guerra mundial o una guerra civil pueden alterar drásticamente la conformación del mercado y la participación en él de los sujetos, pero el mercado sigue funcionando en esos contextos modificados. El mercado sigue funcionando y reacciona con sus propias racionalidades cuando se producen catástrofes naturales, cambios tecnológicos, disminución de los recursos y fuentes de energía, etc.

Las dinámicas internas del mercado, en el sentido de sus ciclos, sus crisis y sus fases de expansión, los fenómenos de inflación y crecimiento, estancamiento o depresión, sus cambios a nivel de los sistemas e instituciones monetarias y financieras, sus procesos de concentración y distribución de la riqueza, son dinámicas que pueden impactar muy hondamente el funcionamiento de la producción, la distribución de la riqueza, los niveles de consumo y los ritmos de crecimiento. Pero por sí mismas, tales dinámicas no conducen a una interrupción del funcionamiento del mercado, no lo detienen, no lo hacen colapsar en el sentido de un edificio que se cae y del que sólo quedan escombros que recoger. Los cambios y las crisis más hondas que puede experimentar el mercado como efecto de sus propios desequilibrios y “contradicciones” no llevan a que el mercado como tal desaparezca ni deje de funcionar, aunque ciertamente podrán afectar muy seriamente los niveles riqueza y pobreza y condiciones de vida de las personas, las organizaciones y empresas, los pueblos, las naciones y los estados.

El mercado en su funcionamiento interno puede marginar e incluso expulsar a determinados sujetos que participan en él. Es más comparto el pensamiento sociológico de Bauman[1] que nos lleva al final a la conclusión de que los pobres son daños colaterales (como eufemísticamente se dice ahora) del sistema; sin pobres no hay clase media que fundamenta el capitalismo. De hecho, en el mercado las más grandes e importantes empresas pueden caer en bancarrota, los países más ricos pueden entrar en decadencia, otros pueden entrar en situaciones de gran pobreza y miseria, y muchísimas personas pueden perder todos sus bienes y recursos. Pero lo más seguro es que el mercado siga funcionando, con nuevos, con distintos, e incluso con menos integrantes; pero se ve menos afectado de lo que se cree, por lo que ocurra a tales o cuales individuos, a tales o cuales grandes empresas, a tales o cuales países.

En el mercado participan de hecho todos los sujetos, individuales y colectivos, todas las organizaciones e instituciones, todos los Estados y las comunidades, todos los países y las regiones. La participación de cada uno de estos sujetos, sin embargo, puede ser y de hecho es muy diferenciada, en cuanto unos participan más y otros menos, pero todos los sujetos fundamentan el sistema. Es más por duro que parezca el estado del bienestar es base y pilar del sistema capitalismo manteniendo los “daños colaterales” dentro de unos parámetros aceptables por la sociedad, formando parte de este sistema las Organizaciones No Gubernamentales, Tercer Sector, etc. como guardianes para que la pobreza no se extienda dentro del sistema.

Alguien (un sujeto individual o colectivo de cualquier nivel que sea, incluido un país, o un grupo de países de una región del mundo) podría “salirse” del mercado y seguir subsistiendo, pero ello implica dos condiciones básicas. Una, que se haga totalmente autosuficiente en el sentido de ser capaz de proveerse de todos los bienes y servicios que necesita; y dos, que limite sus necesidades exclusivamente a aquellas respecto de las cuales puede proveerse autónomamente de lo indispensable para satisfacerlas. Condiciones éstas que, si bien se las examina, implican sacrificios extremos para quienes intenten cumplirlas. “Otra economía” que quiera hacerse independiente de las dinámicas del mercado, deberá asumir los costos que ello implica, y entre sus participantes deberá construir su propio mercado, acentuando las interacciones e intercambios entre quienes la integran. En tales intercambios entre sus integrantes, como también en los intercambios que estos establezcan con los del mercado general, podrá manifestarse la racionalidad diferente que las caracteriza, en cuanto actúen y se relacionen manteniendo sus principios, sus valores, su ética y sus modos propios de comportarse. Esto vale también para países completos que pretendan independizarse del mercado y de su crisis, e incluso para grupos de países de una entera región.

——————————

[1] Zygmunt Bauman. “Tiempos líquidos”. Ed. Tusquets Editores, 2007. La expresión tiempo líquido, acuñada por Zygmunt Bauman, intenta explicar el tránsito de una modernidad «sólida» –estable, repetitiva– a una «líquida» –flexible, voluble– en la que las estructuras sociales ya no perduran el tiempo necesario para solidificarse y no sirven de marcos de referencia para los actos humanos. Pero la incertidumbre en que vivimos se debe también a otras: la separación del poder y la política; el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo, o la renuncia al pensamiento y a la planificación a largo plazo: el olvido se presenta como condición del éxito. Este nuevo marco implica la fragmentación de las vidas, exige a los individuos que sean flexibles, que estén dispuestos a cambiar de tácticas, a abandonar compromisos y lealtades. Bauman propone un acercamiento que no busca respuestas definitivas, “como quien tantea para ver si hace pie antes de lanzarse a un río que, sobre todo hoy, nunca es el mismo”.

 

Conversaciones humanitarias: mitos virales y desinformación emocional

Las Conversaciones Humanitarias generadoras de Talento de Fundación Cruz Roja Española abordó el impacto de la desinformación emocional y el autodiagnóstico en la salud mental de la juventud.

Con un formato ágil e interactivo en Instagram Live, la sesión reunió a Andrea González Henry, presidenta del Consejo de la Juventud de España, y a María Gómez, psicóloga y divulgadora especializada en salud emocional.

Durante 1 hora, ambas expertas analizaron la situación actual sobre el impacto del consumo de contenido online en la población, desde la confusión entre síntomas normales y trastornos clínicos hasta la necesidad urgente de desarrollar pensamiento crítico digital. Se subrayó cómo muchas personas jóvenes recurren a diagnósticos en TikTok o Instagram sin pasar por profesionales, lo que puede generar ansiedad, etiquetas erróneas o dinámicas de comparación perjudiciales. 

Accesible en Youtube en:

 

La pobreza laboral es una situación en la que una persona tiene un empleo, pero no gana lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas ni las de su familia.

Cuentas que no salen.

Con este título este informe nos lleva a la situación en la que se encuentran muchas personas y familias que aún y teniendo trabajo no consiguen los ingresos suficientes para tener una vida digna cubriendo sus necesidades básicas.

En España arrastramos, de manera histórica, cifras de pobreza y desigualdad que afectan especialmente a los hogares en los que hay niños, niñas o adolescentes a cargo. De hecho, es el colectivo que más sufre cuando hay una crisis económica, y el que tarda más en recuperarse cuando mejora la situación económica.

A nivel europeo, si atendemos a la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE, por sus siglas en inglés) de las personas menores de edad, España es el país con mayor riesgo de pobreza infantil.

Esta realidad está causada, principalmente, por la escasa garantía de conseguir ingresos que tienen los hogares con hijos e hijas a cargo. Un primer motivo de esta falta de rentas es la ausencia de políticas y prestaciones específicas para familia y crianza. El segundo, que tener empleo ha dejado de ser garantía de tener un nivel de ingresos suficiente para alcanzar un nivel de vida digno. De hecho, hasta un 12% de las personas con un empleo viven en situación de pobreza o, en otras palabras, viven en situación de pobreza laboral, pues, aunque tengan trabajo viven en situación de pobreza. Otra forma de visualizar esta realidad es que hasta un 29% de las personas en España que viven en riesgo de pobreza, han trabajado al menos 7 meses a lo largo del año.

¿Cómo se explica esta realidad? El contexto de creciente precarización explica, parcialmente, esta situación: jornadas de pocas horas, empleos de corta duración y alta rotación, así como un tejido productivo que fomenta los empleos de bajos salarios por hora. Todas estas son circunstancias que afectan especialmente a los colectivos más vulnerables.

Así, la pobreza laboral y la pobreza infantil no son fenómenos independientes. La falta de ingresos suficientes por parte de las personas adultas del hogar propicia la situación de pobreza de niños, niñas y adolescentes que viven en estos hogares.
De hecho, un 36% de las familias numerosas (con 3 o más menores) y un 32% de hogares monoparentales se encuentran en situación de pobreza laboral.3 Hay evidencias que demuestran que, en España, la pobreza de los hogares con niños y niñas a
cargo depende más de la situación de empleo o desempleo de los progenitores, que del coste de la crianza.

Os dejo el enlace al informe de Save de Children:

Cuentas_que_no_salen_0.pdf ,

El informe incluye una serie de recomendaciones.

Fases de las grandes emergencias

En la legislación española, en las directrices básicas de protección civil, los planes estatales y los planes especiales se establecen cuatro situaciones de emergencia (del 0 al 3) a las que hemos acabado llamando niveles y que se pusieron de moda a partir de la dana de Valencia abriéndose un debate público sobre si se debería declarar la situación de emergencia de interés nacional, conocida como nivel 3 de la emergencia.

Os dejo este interesante artículo en mi página escrito por:

Autor: Javier Larrea. Presidente del Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes
Publicación: Web OPRA www.opra.info • 19 de mayo de 2025

 

Fases de las grandes emergencias

 

Atlas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2023

¿En qué punto se encuentran nuestros esfuerzos para poner fin a la pobreza extrema en el mundo? ¿Cómo podemos responder a los costos humanos y económicos del cambio climático? En el Atlas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del Banco Mundial se presentan historias interactivas y visualizaciones de datos para describir los avances respecto a cada uno de los 17 ODS.

El Atlas aprovecha la información de la base de datos de los Indicadores del Desarrollo Mundial del Banco Mundial, así como de diversas fuentes de datos pertinentes, incluidas organizaciones internacionales y entidades científicas y de investigación de todo el mundo.

Informe mundial de desastres (CICR)

Los desastres inciden en las vidas, la salud y el bienestar social y económico de las poblaciones. La pandemia provocada por el COVID-19, con efectos no inmediatos y en cadena han generado un escenario de crisis en el que se han agudizado problemáticas previas como el desempleo, la pobreza, la inseguridad alimentaria, la vulnerabilidad ante la violencia, además de las pérdidas causadas en materia de educación, la atención a la salud en todas sus facetas, etc. A pesar de que se trataba de un virus nuevo con las graves incertidumbres que ello representaba, puede afirmarse que hubiera sido posible evitar gran parte de sus efectos planteando y financiado por parte de los gobiernos, un esquema de preparación para emergencias a nivel comunitario. La experiencia de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, trabajando desde esta perspectiva hace más de un siglo en escenarios como el VIH/SIDA, el zika, el ébola, el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), el sarampión o el cólera, así lo demuestra. Como afirma su Secretario General, el SeñorJagan Chapagain, en materia de salud pública, la solidaridad y no la competencia, es la medida más acertada…..

Informe sobre la pobreza (FOESSA)

FOESSA. Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada / CARITAS ESPAÑOLA

Un nuevo informe de Cáritas y la Fundación Foessa indica que el 16% de la población en alquiler experimenta un nivel extremo de estrés financiero, es decir, destinan más del 60% de sus ingresos a ese pago La vivienda asfixia a más de tres millones de personas: 6 de cada 10 euros los dedican a casa, comida y suministros.

La vivienda se ha convertido en un quebradero de cabeza para numerosas familias en España, sobre todo para aquellas con menos ingresos. Los gastos relacionados con el pago de la casa y sus suministros son los que más se han incrementado en los presupuestos familiares, desequilibrando así las cuentas de millones de personas, indica la Fundación Foessa y Cáritas en su nuevo informe: del informe Análisis y Perspectivas 2023. Ingresos y gastos: una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida, donde aseguran que tres millones de hogares (16,8%) se sitúan por debajo del umbral de la pobreza severa.

En los últimos años, señala el informe, las familias con menos ingresos han invertido más de seis de cada 10 euros (63%) en gastos de vivienda, suministros y alimentación frente a los menos de cuatro de cada 10 euros que gastan las familias con mayor nivel de ingresos.

Si bien es una buena noticia que los ingresos en España hayan experimentado un incremento del 11% desde 2008, añade el estudio, también advierte de que “el contexto inflacionario de los últimos meses ha provocado que los gastos familiares hayan aumentado en un 30%”. Esa disparidad es aún más acusada entre los hogares más humildes, ya que “el incremento de ingresos en estas familias ha sido prácticamente inexistente (0,5%)”.

“Sirve de muy poco ese aumento de los ingresos si las condiciones de vida no mejoran”, indica Daniel Rodríguez, miembro del equipo de estudios de la Fundación Foessa, que ha destacado la importancia de que se amplíe la vivienda social para que sea asequible para la población más vulnerable.

Asimismo, ambas organizaciones han señalado que un total de 2,5 millones de personas “son pobres a pesar de que trabajan”. “Se trata de personas que madrugan, que cumplen con su trabajo, pero los ingresos que obtienen no les permiten salir de situaciones de pobreza”.

En las últimas crisis, indica Cáritas Española, ha habido una constante y es que son las familias más vulnerables las más afectadas. Así ha ocurrido desde la crisis económica de 2008, cuando aumentó la exclusión social, y después, en 2015, indican ambas organizaciones, la recuperación “no llegó para todos”. En 2020, la pandemia también “se cebó con las personas con empleos precarios y con las familias con hijos a cargo”, así como con las personas migrantes.

Familias que recurren al subarriendo de habitaciones. El precio de la vivienda no deja de subir, la casa que en 2015 valía 100.000 euros ahora cuesta 150.000 euros, un incremento que para muchas familias es imposible de asumir y deja como única opción habitacional el alquiler, si bien también se ha incrementado notablemente, un 44% según el portal Idealista.

Además, indica el informe, en un intento por encontrar soluciones económicas y sostenibles, cada vez más familias se ven obligadas a recurrir a fórmulas como el subarriendo de habitaciones. En apenas cinco años, el porcentaje de familias con esta casuística ha experimentado un notorio aumento, llegando al 6,6% en 2022 (más de 1,2 millones de hogares).

También se está registrando un incremento en el número de familias que residen en viviendas inseguras, llegando al 23,2% en 2021, lo que implica que más de 4,2 millones de hogares viven en pisos compartidos o cedidos sin contrato en vigor o en situación de desahucio.

De manera paralela, la cifra de familias que habitan viviendas inadecuadas, aquellas que no cumplen con las condiciones mínimas dignas para la vida cotidiana, “también ha experimentado un preocupante aumento, pasando del 25% en 2018 al 30% en 2021 (5,6 millones de familias)”.

Posibles soluciones. El estudio propone algunas consideraciones tanto en la esfera de los ingresos como en la de los gastos para mejorar el equilibrio financiero de los hogares. Por ello, considera fundamental que se pongan en marcha acciones concretas y efectivas de intervención para garantizar el acceso a una vivienda digna y adecuada, como es la ampliación del número de viviendas sociales en alquiler, así como el de viviendas de emergencia, “lo que garantizaría un refugio a familias en situaciones de extrema necesidad”.

El informe también destaca la necesidad decoordinar políticas de empleo centradas en los colectivos con un acceso más complicado al mercado laboral, así como abordar la precariedad laboral desde una perspectiva integral, lo que implica reducir la temporalidad en los contratos y la parcialidad en las jornadas.

Asimismo, consideran fundamental realizar los cambios legislativos para que las trabajadoras del hogar alcancen una equiparación plena de derechos laborales y de seguridad social y establecer un sistema de garantía de ingresos mínimos con cobertura suficiente, alcanzando al conjunto de la población en situación de pobreza severa, incluidas las personas en situación administrativa irregular.

En conclusión, a lo largo de este informe se ha explorado detenidamente las complejas dinámicas que determinan las condiciones de vida en la sociedad española, demostrando de manera concluyen­te que, para mejorarlas, no basta con enfocarse únicamente en uno de los dos elementos de la ecua­ción: ingresos o gastos. La mejora integral de la calidad de vida requiere abordar ambos aspectos de manera paralela y coordinada. Una integralidad que debe estar conceptualizada como tal en el centro de cualquier intervención que pretenda mejorar las condiciones de vida de las familias más vulnera­bles, ya sea de los servicios sociales públicos o de las entidades del tercer sector.

Es necesario abordar ambas variables de manera simultánea, probablemente el déficit más pronunciado se encuentra en la actualidad en la esfera de los gastos. Así, a pesar de un creci­miento moderado pero constante en los ingresos, los gastos, mención especial a la vivienda, se han elevado de manera notable, lo que ha generado desafíos significativos en términos de asequibilidad y sostenibilidad financiera para numerosos hogares.

Y si bien es esta una afirmación válida para el conjunto de la población, se hace especialmente manifies­ta para aquellas familias con menores ingresos. En cada crisis que ha atravesado nuestra sociedad, una realidad persistente se hace patente: son los más vulnerables quienes sufren de manera desproporcio­nada las consecuencias más graves. Ya sea en tiempos de recesión económica, crisis sanitarias o desafíos socioeconómicos, los grupos más frágiles de nuestra población enfrentan una carga mayor que termina derivando en un deterioro de sus condiciones de vida superiores al del conjunto de la población.

El informe señala una serie de retos que, como sociedad tenemos sobre la mesa y que tendrían que tenerse en cuenta si queremos aliviar el sufrimiento a tantas familias:

Planificar y coordinar políticas de empleo focalizadas en los colectivos con un acceso más complicado al mercado laboral y que tenga en cuenta la situación personal y familiar de la perso­na trabajadora, facilitando la conciliación; un acceso a la formación que no sea exclusivamente on line para evitar la brecha digital; programas formativos acompañados de acciones socioeducativas para las personas que constituyen colectivos prioritarios.

Abordar la precariedad laboral desde una perspectiva integral. Para lograrlo, debemos trazar un camino que continúe en la senda de la reducción de la temporalidad en los contratos laborales, brindando a los trabajadores y trabajadoras la seguridad y estabilidad que merecen. Asimismo, es esencial abogar por la reducción de la parcialidad en las jornadas de trabajo, permitiendo que más personas accedan a empleos a tiempo completo con todos los beneficios que ello conlleva. Y, por último, en esta lucha contra la precariedad, también se deben mejorar los ingresos, garantizando que estos sean justos y reflejen adecuadamente su contribución a la sociedad. Mejorar estos ele­mentos no solo beneficiaría a la clase trabajadora, sino que fortalecería la base económica y social, promoviendo una sociedad más equitativa y próspera.

Realizar los cambios legislativos necesarios para que las trabajadoras del hogar, en su gran mayo­ría mujeres, alcancen una equiparación plena de derechos laborales y de seguridad social.

Establecer un sistema de garantía de ingresos mínimos con cobertura suficiente, alcanzando al conjunto de la población en situación de pobreza severa, sin excepciones. Con el propósito de que nadie se quede atrás en el horizonte, es necesario que el sistema de garantía de ingresos mire a colectivos hasta ahora excluidos del mismo como pueden ser las personas en situación administra­tiva irregular. Pero también se hacen necesarios ajustes administrativos tales como la simplificación normativa o la posibilidad de que las prestaciones se asignen automáticamente a las personas que cumplan los requisitos sin necesidad de que estas tengan que ser quienes las soliciten.

El mencionado sistema de garantía de ingresos mínimos también debe ofrecer suficiencia en los montos para asegurar que quien percibe la prestación tenga la oportunidad de vivir con un mínimo de bienestar. Para esto es necesario el compromiso tanto del Estado central como de las autonomías ofreciendo complementariedad entre las prestaciones brindadas por cada uno de los niveles de la Administración Pública. Unos montos que, en última instancia, deben ajustarse tanto a los precios reales y al coste de la vida, como a la composición familiar.

El acceso a una vivienda digna y adecuada es sin duda un desafío presente y futuro para nuestra sociedad, y para abordarlo con la valentía y determinación que requiere es fundamental una im­plicación sin reservas en el diseño y aplicación de políticas públicas. El hecho de contar con una vivienda digna, junto con el acceso al agua, energía e internet, es el derecho que abre la puerta y hace posible o no el acceso a otros derechos. Se trata sin duda de la piedra angular del bienestar de las personas, convirtiéndose en un auténtico catalizador de bienestar y acceso a derechos.

Algunas posibles acciones concretas y efectivas de intervención en vivienda serían las siguien­tes. Por un lado, ampliar el número de viviendas sociales en alquiler, lo que brindaría a las familias una opción accesible y segura para obtener viviendas de calidad a precios asequibles. Por otro, incrementar el número de viviendas de emergencia, lo que garantizaría un refugio a familias en situaciones de extrema necesidad y, en última instancia, que nadie se quedase sin techo por adver­sidades económicas.

Acceso al texto completo del INFORME FOESSA: Análisis y Perspectivas 2023. Ingresos y gastos: una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida>>>

https://www.caritas.es/main-files/uploads/2023/11/CA%CC%81RITAS-analisis-y-persectivas-2023-digital-.pdf

Disfruta de cada momento

Os comparto este video, un trocito de Mr. Bean.

¿Os preguntáis que tiene que ver con la Economía? ¿Y con las personas?

  • La vida está hecha de momentos.
  • Está llena de oportunidades.
  • A veces se alcanza al pelotón otras no.
  • A veces se le supera, otras no.
  • No importa que se le supere, se alcance o no. Importa el camino.
  • Siempre hay que disfrutarlo.
  • Hay personas que te ayudarán en el camino.
  • La persona que más te ayudará serás tú mismo.
  • Hay otras que por actitud, mala leche, envida, te pondrán palos… pobres espíritus.
  • Disfruta del momento.

Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2023

A medio camino de la fecha límite para la Agenda 2030, el Informe de Progreso de los ODS, Edición especial, muestra que más de la mitad del mundo está quedando atrás. Los avances para más del 50 % de las metas
de los ODS son endebles e insuficientes, y el 30 % están estancados o han retrocedido. Estos incluyen metas esenciales sobre la pobreza, el hambre y el clima. Si no actuamos ahora, la Agenda 2030 podría convertirse en el epitafio del mundo que podría haber sido.

La pandemia de la COVID-19 y la triple crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación están teniendo repercusiones devastadoras y duraderas. Esto se ha visto amplificado por la invasión rusa de Ucrania, que ha provocado el aumento de los precios de los alimentos y la energía, así como del costo de la financiación, creando una crisis mundial del costo de vida que afecta a miles de millones de personas. Los países en desarrollo se llevan la peor parte de nuestra incapacidad colectiva para invertir en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Muchos se enfrentan a un enorme déficit de financiación y están enterrados bajo una montaña de deuda. Uno de cada tres países corre un alto riesgo de no poder afrontar el servicio de su deuda. Los países desarrollados adoptaron políticas fiscales y monetarias expansivas durante la pandemia y en gran parte han retomado la trayectoria de crecimiento anterior. Pero los países en desarrollo no pudieron hacer lo mismo, en parte por el riesgo de que sus monedas colapsaran. Las corrientes de asistencia oficial para el desarrollo están muy por debajo del histórico compromiso del 0,7 % del INB. Los mercados financieros en general cobran a los países en desarrollo tasas de interés hasta ocho veces superiores a los de los países desarrollados.

La financiación para detener el cambio climático también está muy por debajo de los compromisos y los países desarrollados no han aportado los 100.000 millones de dólares anuales prometidos a partir del 2020.
Mientras tanto, a los países vulnerables de ingresos medios se les niega el alivio de la deuda y una financiación en condiciones favorables, y el Marco Común para el tratamiento de la deuda del G20 sencillamente no funciona.

Los ODS son la hoja de ruta universalmente acordada para superar las divisiones económicas y geopolíticas, restablecer la confianza y reconstruir la solidaridad. La falta de progreso significa que las desigualdades seguirán profundizándose y aumentará el riesgo de un mundo fragmentado que funcione en dos velocidades. Ningún país puede permitirse el fracaso de la Agenda 2030.

Puedes leer el informe:

The-Sustainable-Development-Goals-Report-2023_Spanish.pdf (un.org)

 

La economía española ante el reto demográfico

Papeles de Economía Española, Revista trimestral, que se edita desde 1979 por la Fundación FUNCAS, analiza temas económicos relevantes y de actualidad a partir de planteamientos teóricos, pero esencialmente, de contrastaciones empíricas con un especial interés en las implicaciones de política económica. Su rigor teórico no es óbice para que sea accesible al amplio conjunto de agentes sociales que participan en el debate político.

El último número publicado de Papeles de Economía Española, N.º 176, junio de 2023, se centra en la España despoblada: LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ANTE EL RETO DEMOGRÁFICO. Por su interés, se adjunta enlace a la revista y así como una recensión sobre los artículos publicados en el citado número. 

LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ANTE EL RETO DEMOGRÁFICO

Sumario 

LA TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA GLOBAL Y ALGUNOS DE SUS DETERMINANTES EN ESPAÑA

  • Transiciones demográficas: pasado y presente
  • Natalidad e instituciones
  • Inestabilidad laboral y calidad en el empleo. Relaciones con la mortalidad, la fertilidad y la salud
  • La inmigración en España

LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS DE LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS

  • El envejecimiento de la población trabajadora: tendencias y consecuencias
  • El futuro del sistema de pensiones: demografía, mercado de trabajo y reformas
  • Los retos del sistema sanitario a la luz de la transición demográfica
  • Efectos económicos de la demografía política

EL DESAFÍO DEMOGRÁFICO DESDE LA ÓPTICA RURAL-URBANA

  • El reto demográfico: políticas frente a la despoblación rural en España
  • Acceso a los servicios: la dicotomía rural-urbano
  • Nuevas autopistas y autovías y desarrollo rural 

Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral

Entre mis documentos está esta memoria que hace un recorrido sobre la situación socioeconómica y laboral en España. Os dejo su resumen y al final el enlace al documento.

La Ley de Creación del Consejo Económico y Social establece que esta institución debe elaborar y presentar anualmente al Gobierno antes del final de mayo de cada año una Memoria en la que se expongan sus consideraciones sobre la situación socioeconómica y laboral de España. Cumpliendo con este mandato, el Pleno del CES aprobó el pasado 31 de mayo esta Memoria correspondiente al año 2022.
Esta Memoria tiene, a mi juicio, un valor añadido diferencial en relación con otros informes similares sobre la economía, el trabajo y la sociedad española: a su reconocida calidad técnica, se añade el hecho de que sus análisis y valoraciones son el resultado del diálogo y el consenso entre los sesenta consejeros y consejeras que
forman el Pleno del CES. Su composición es una radiografía del PIB de España; en él están representadas las principales organizaciones sindicales y empresariales, las organizaciones agrarias, pesqueras, de consumidores y de economía social, además de expertos independientes en el ámbito socioeconómico y laboral. El contenido de la Memoria es el resultado del diálogo social institucionalizado permanente que se
lleva a cabo entre todos estos agentes en el seno del CES.
La finalidad última de este documento es ofrecer al Gobierno, a los poderes públicos y a la sociedad un diagnóstico consensuado sobre la evolución de la realidad socioeconómica y laboral de España, un diagnóstico compartido que contribuya a mejorar la calidad del debate público y político en nuestro país sobre los principales logros alcanzados y sobre los retos de futuro.
A lo largo de sus tres capítulos, la Memoria 2022 ofrece, además de una rica información, algunas enseñanzas útiles sobre el comportamiento de la economía, del trabajo y de la sociedad española bajo los efectos de la concatenación de calamidades que estamos sufriendo desde 2020, así como de los efectos de las políticas económicas y sociales que se han aplicado para aliviar sus consecuencias.

Aquí está el acceso al documento completo:
Memoria_CES_2022-RESUMEN_EJECUTIVO.pdf» target=»_new»

Dar peces o enseñar a pescar

Una imagen vale más que mil palabras.
Y palabras y dichos como “Quien se viste de prestado en la calle le desnudan”,  “dame pan y llámame tonto”, “el pan del beso” y “no hay mas libertad que la independencia económica y tener un trabajo”.

Para pensar en aquellas situaciones en las que oigas que algo es regalado, gratis, que no tiene coste (en particular si el mensaje viene desde la política)

Celebración del día del Tercer Sector

El día 9 de octubre se celebra el día del Tercer Sector. Un sector definido por «exclusión», no es empresa y tampoco es Administración Pública. ¿Es otra cosa?

Os animo a leer mi artículo https://donoso.es/?p=3339 donde comento las características que definen al sector, en lugar de definirlo por lo que no es.

¿Y esto por qué? Porque cuando la respuesta es que es un sector no lucrativo, otra vez lo definimos por exclusión, y atendiendo a la definición de lucro «que produce utilidad», ¿cómo que el Tercer Sector no produce utilidad? La respuesta es clara, produce utilidad y además sirve de contención en el mundo capitalista entre los extremos mas pudientes y privilegiados con las capas excluidas.

Por cierto me encantó el catedrático Antón Costas. Como Economista, y ahí están mis artículos, defiendo que en la sociedad capitalista las empresas que tienen un mejor desempeño económico y por ende un mayor valor para el accionista son también las que tienen el mejor desempeño social, integrada en la sociedad, cuidado de los trabajadores, en fin, haciendo lo que ahora llamamos ESG, porque siempre importamos cosas del inglés en lugar de utilizar el castellano.

Os dejo el video del encuentro.

Zygmunt Bauman, cuando el conocimiento es una mercancía

Os dejo este artículo de Zygmunt Bauman

La imagen del conocimiento reflejaba que el compromiso y la visión de la educación eran una réplica de las tareas que ese compromiso fijó en la agenda moderna. El conocimiento tenía valor puesto que se esperaba que durara, así como la educación tenía valor en la medida en que ofreciera conocimiento de valor duradero. Ya fuera que se la juzgara como un episodio aislado, o bien que se la considerara una empresa de toda una vida, la educación debía encararse como la adquisición de un producto que, como todas las demás posesiones, podía y debía atesorarse y conservarse para siempre.

Así llegamos al primero de los múltiples retos que la educación contemporánea debe afrontar y soportar. En nuestra «modernidad líquida», las posesiones duraderas, los productos que supuestamente uno compraba una vez y ya no reemplazaba nunca más —y que obviamente no se concebían para ser consumidos una única vez—, han perdido su antiguo encanto. Considerados alguna vez como activos ventajosos, hoy tienden a verse como pasivos. Los que alguna vez fueron objetos de deseo se transformaron en objetos de resquemor. ¿Por qué? Porque el «mundo vital» de la juventud contemporánea, compuesto desmañadamente con porciones de sus experiencias vitales, ya no se parece a los pasadizos ordenados, sólidos y «aprendibles» de los laberintos «de ratones de laboratorio» que hace medio siglo se utilizaban para explorar los misterios de la buena adaptación a través del aprendizaje. John Kotter , profesor de la Harvard Business School, aconseja a sus lectores que eviten quedar atrapados en empleos de larga duración del tipo «puesto permanente» y, en realidad, desaconseja desarrollar una lealtad institucional o dejarse absorber demasiado en cualquier empleo durante un tiempo prolongado. No debe sorprendernos, pues, que el panadero Rico se lamentara ante Sennett de lo dificultoso que le resultaba explicar qué podía significar un compromiso .

La historia de la educación está plagada de períodos críticos en los cuales se hizo evidente que las premisas y estrategias probadas y aparentemente confiables habían perdido contacto con la realidad y exigían ajustes o una reforma. Con todo, aparentemente la crisis actual es diferente de las del pasado. Los retos actuales están golpeando duramente la esencia misma de la idea de educación tal como se la concibió en el umbral de la larga historia de la civilización: hoy está en tela de juicio lo invariable de la idea, las características constitutivas de la educación que hasta ahora habían soportado todos los retos del pasado y habían emergido ilesas de todas las crisis. Me refiero a los supuestos nunca antes cuestionados y mucho menos sospechosos de haber perdido vigencia, con lo cual, necesariamente, deberían reexaminarse y reemplazarse.

En el mundo de la modernidad líquida, la solidez de las cosas, como ocurre con la solidez de los vínculos humanos, se interpreta como una amenaza. Cualquier juramento de lealtad, cualquier compromiso a largo plazo (y mucho más un compromiso eterno) auguran un futuro cargado de obligaciones que (inevitablemente) restringiría la libertad de movimiento y reduciría la capacidad de aprovechar las nuevas y todavía desconocidas oportunidades en el momento en que (inevitablemente) se presenten. La perspectiva de cargar con una responsabilidad de por vida se desdeña como algo repulsivo y alarmante.

Hoy se sabe que las cosas más preciadas envejecen rápido, que pierden su brillo en un instante y que súbitamente y casi sin que medie advertencia alguna, se transforman de emblema de honor en estigma de vergüenza. Los editores de las lustrosas revistas de moda saben tomar bien el pulso de la época: junto con la información sobre las nuevas tendencias acerca de «lo que hay que hacer» y «lo que hay que tener», proporcionan regularmente a sus lectores consejo sobre lo que «ya no se usa» y debe descartarse. Además, hoy se espera que ni siquiera los hábitos que supuestamente habrían de durar un poco más permanezcan inalterables. Un anuncio reciente de oferta de teléfonos móviles atrae a los curtidos usuarios de teléfonos con esta exhortación: «Usted ya no puede presentarse en público con ese móvil que tiene ahora… vea los nuevos modelos». Nuestro mundo recuerda cada vez más la «ciudad invisible» de Leonia de Italo Calvino, donde «la opulencia puede medirse, no tanto por las cosas que se fabrican, se venden y se compran cada día; [… ] sino, antes bien, por las cosas que se tiran diariamente para dejar lugar a las nuevas». La alegría de «deshacerse» de las cosas, de descartarlas, de arrojarlas al cubo de la basura, es la verdadera pasión de nuestro mundo.

La capacidad de durar mucho tiempo y servir indefinidamente a su propietario ya no juega a favor de un producto. Se espera que las cosas, como los vínculos, sirvan sólo durante un «lapso determinado» y luego se hagan pedazos; que, cuando —tarde o temprano, pero mejor temprano— hayan agotado su vida útil, sean desechadas. Por lo tanto hay que evitar las posesiones, y particularmente las posesiones de larga duración de las que no es fácil librarse. El consumismo de hoy no se define por la acumulación de cosas, sino por el breve goce de esas cosas. Por lo tanto, ¿por qué el «caudal de conocimientos» adquiridos durante los años pasados en el colegio o en la universidad habría de ser la excepción a esa regla universal? En el torbellino de cambios, el conocimiento se ajusta al uso instantáneo y se concibe para que se utilice una sola vez. Los conocimientos listos para el uso instantáneo e instantáneamente desechables de ese estilo que prometen los programas de software —que aparecen y desaparecen de las estanterías de las tiendas en una sucesión cada vez más acelerada —, resultan mucho más atractivos.

Todo este encogimiento del lapso de vida del saber, provocado por un «contagio» completo —por el impacto de degradar la durabilidad de la posición, alguna vez venerable, que ocupaba en la jerarquía de valores—, está exacerbado por la mercantilización del conocimiento y del acceso al conocimiento.

Hoy el conocimiento es una mercancía; al menos se ha fundido en el molde de la mercancía y se incita a seguir formándose en concordancia con el modelo de la mercancía. Hoy es posible patentar pequeñas porciones de conocimiento con el propósito de impedir las réplicas, al tiempo que otras porciones —que no entran en el marco de las leyes de la patente— constituyen secretos cuidadosamente guardados mientras están aún en el proceso de desarrollo (como un nuevo modelo de automóvil antes de que se exhiba en el salón del año siguiente), siguiendo la bien fundada creencia de que, como en el caso de cualquier otra mercancía, el valor comercial refleja lo que diferencia al producto de los ya existentes antes que la calidad del producto en su conjunto. Lo que diferencia al producto, por regla general, es de corta vida, pues el impacto de la novedad se desgasta rápidamente. Por lo tanto, el destino de la mercancía es perder valor de mercado velozmente y ser reemplazada por otras versiones «nuevas y mejoradas» que pretenden tener nuevas características diferenciales, tan transitorias como las de los productos que acaban de ser desechados porque ya perdieron su momentáneo poder de seducción. Concentrar el valor en lo diferencial es una manera de devaluar, oblicuamente, el resto del conjunto, el resto que no ha sido afectado por el cambio, el resto que «sigue siendo igual».

Así es como se desalienta la idea de que la educación puede ser un «producto» que uno gana y conserva, atesora y protege y, ciertamente, ya son pocos los que hablan a favor de la educación institucionalizada. Antes, para convencer a sus hijos de los beneficios del aprendizaje, los padres y madres solían decirles: «Nadie podrá nunca quitarte lo que has aprendido». Semejante consejo puede haber sido una promesa alentadora para aquellos niños a los que se les enseñaba a construir sus vidas como casas —desde los cimientos hasta el techo, mientras en ese proceso iban acumulando el mobiliario—, pero lo más probable es que la juventud contemporánea lo considere una perspectiva aterradora. Hoy los compromisos tienden a ser muy mal vistos, salvo que contengan una cláusula de «hasta nuevo aviso». En una cantidad cada vez mayor de ciudades de Estados Unidos, los permisos para construir sólo se entregan junto con su correspondiente permiso de demolición…

 

Informe sobre el voluntariado


Informe gráfico de la encuesta realizada a personas voluntarias de toda España, con representatividad por CCAA. En el informe se pueden ver los datos sociodemográficos del voluntariado, cómo se desarrolla la acción voluntaria, la implantación de diferentes herramientas de gestión así como los aspectos de motivación y satisfacción del voluntariado. El formato de presentación permite acceder a los datos en su conjunto o bien filtrarlos por distintas variables.

Ref .  Plataforma del Voluntariado de España​​​​​​​ . Podéis ver el documento en:

https://tesigandia.shinyapps.io/PVE-APP/

Proyecto Transforma España

Hace tiempo que leo las publicaciones sobre Transforma España. En esta ocasión os dejo el documento para la lectura de «Transforma España: Un proyecto para España» de la Fundación del mismo nombre.

Ya en el inicio podréis encontrar porqué era necesario un proyecto común, partiendo del principio de que se puede conseguir. En un apartado posterior se incide en los hábitos nocivos que impiden el progreso, tales como la corrupción, ocultar la realidad a la ciudadanía, la visión cortoplacista de los dirigentes y también la autocensura que se está imponiendo para ser políticamente correcto.

El objetivo, y por eso lo incluyo dentro de mi canal de Economía para las personas, es poner al ciudadano en el eje de la vida política haciendo incidencia en el proyecto de los jóvenes.

El documento lo podéis encontrar aquí Transforma-España_un-proyecto-para-espana

Economía de las Personas

portada_economia_personasDe la Economía de Mercado a la Economía de las Personas

Con la noticia de que Amartya Sen va a recibir el premio Príncipe de Asturias, y dado que fue fuente de Inspiración, he rescatado el libro que en su momento escribí.

Introducción

Decir en descargo de este texto que está fluyendo que surge en un tren de vuelta de Lleida, después de impartir un curso de ocho horas en materia económica y de justificación de subvenciones, y que a raíz de escucharme a mi mismo en voz alta, y de las reflexiones que me hicieron algunos de los participantes, sobre la justicia o la injusticia, la bondad o no de realizar determinadas acciones restrictivas derivadas de la crisis económica, me hicieron pensar sobre el capitalismo y la economía de mercado.

Mientras tomaba un zumo de cebada fermentado buscaba en mi bolsa, esa mochila que siempre me acompaña, unas notas que había tomado hace algún tiempo cuando leía el libro «La inteligencia fracasada». De esas notas me permito entresacar este texto (cuasi literal):

El triunfo de la inteligencia personal es la felicidad. El triunfo de la inteligencia social es la justicia. Ambas están unidas por parentescos casi olvidados. Hans Kelsen, uno de los grandes juristas del pasado siglo, los describió con claridad: «La búsqueda de la justicia es la eterna búsqueda de la felicidad humana. Es una felicidad que el hombre no puede encontrar por sí mismo, y por ello la busca en la sociedad. La justicia es la felicidad social, garantizada por el orden social.» La felicidad política es una condición imprescindible para la felicidad personal. Hemos de realizar nuestros proyectos más íntimos, como el de ser feliz, integrándolos con los proyectos compartidos. Sólo los eremitas de todos los tiempos y confesiones han pretendido vivir su intimidad con total autosuficiencia. De todo esto se desprende un colorario:

Son inteligentes las sociedades justas. Y estúpidas las injustas. Puesto que la inteligencia tiene como meta la felicidad -privada o pública-, todo fracaso de la inteligencia entraña la desdicha. La desdicha privada es el dolor. La desdicha pública es el mal, es decir, la injusticia.

En estos momentos en los que estamos tanto a nivel mundial, como en España, el sistema actual de economía de mercado, de capitalismo, está produciendo fracaso público y privado. ¿Somos estúpidos? ¿Creemos en un sistema que no cree en las personas?

Unos días después, ya en Valladolid, en el master, hablaba con David, un compañero y amigo gallego, sobre el triunfo del sistema capitalista. Hablaba con él y defendía mi tesis, y afirmaba que cuando todo el mundo sostiene que el sistema capitalista está en crisis, es justo lo contrario: nunca el sistema capitalista había demostrado su salud como ahora. Y explico el razonamiento: En el momento actual el objetivo del sistema capitalista no son las personas, éstas no dejan de ser un mero recurso productivo, el factor mano de obra; el objetivo es el mantenimiento del capital. Y así, para preservar el capital y mantener la rentabilidad de éste, se habían tomado una serie de medidas tendentes a ese objetivo. Poco importaba si para ello la cuarta parte de la población tenía que pasar al paro, si los recursos económicos debían destinarse no a las personas, sino al mantenimiento y protección del capital. ¿Dónde está la crisis del sistema? ¿Defiende a ultranza su fin último: el capital? ¿El paro, crecimiento negativo, etc. no dejaban de ser más que unas externalidades del sistema? ¿Y para cubrir esas externalidades y hacerlas más compatibles con las personas, sobre todo de cara al mantenimiento de una relativa paz social, no estarían las entidades no lucrativas contribuyendo a la defensa del sistema? ¿Las políticas sociales persiguen que las personas en capas «excluidas» salgan de las mismas o buscan mantener el equilibrio del sistema y por ende la paz social?

¡Cuántas preguntas, y sin muchas respuestas en mi mente!

Para abundar más en la situación en el desarrollo de la jornada de puesta en común recordaba las palabras de D. José Herrador Alonso[2] de «Queremos hacer la revolución en las organizaciones, eso es Desarrollo Organizativo», por supuesto sin perder los valores ya que estos orientan la conducta de la organización y de las personas. Y así el desarrollo organizativo era el aprendizaje organizativo que al final se convierte en el conocimiento tácito, en el aprendizaje tácito. Y a mí me apetecía escribir, es más desearía «hacer la revolución en la economía con el enfoque de Desarrollo Organizativo».

Sí el desarrollo organizativo es el «arte de lo posible» y es aprendizaje ¿por qué no aplicarlo a la economía? Y aunque había presentado un trabajo sobre desarrollo organizativo en los centros sociosanitarios, no por ello pensé que merecía la pena ligar el desarrollo organizacional. Y así, con independencia de que complete o no ese trabajo, decidí  que otro tipo de sistema económico es posible y que debía escribir sobre ello.

Y sin saber muy bien si llegaría a despejar alguna incógnita, ni si sería capaz de dar solución al problema, llegué al convencimiento de que el planteamiento era una nueva economía basada en el conocimiento y la libertad (que no el libertinaje) como alternativa a una economía basada en el consumismo y el capitalismo, era la aplicación del desarrollo organizacional puro basado en las personas y en el aprendizaje, todo ello en busca de la gestión del cambio; considerando las sociedades como sistemas y como habría que abordar la relación entre las relaciones de los distintos procesos (no sólo económicos, sino políticos, medioambientales, etc.). Una economía basada en las personas.

Una última reflexión para esta introducción. Viendo las noticias ahora y a los políticos, y no sólo españoles sino de todos los países, y las declaraciones que hacen, no salgo de mi asombro. Pretenden con las mismas recetas que han llevado a las personas al borde del abismo, que no al sistema capitalista, encontrar un mundo nuevo. Me pregunto ¿es posible seguir manteniendo un sistema que no esté basado en las personas? Es necesario un cambio de enfoque, de la forma de ver las cosas, en él.

Y recordando lo aprendido sobre Desarrollo Organizacional comprendí que este cambio sólo podía ser abordado con la existencia de un líder, o mejor dicho de un grupo de liderazgo que empujase e hiciera visible una nueva forma de hacer las cosas. Aquí tuve un momento de desaliento pensando en los políticos actuales, si bien este momento pasó ya que también comprendí que la sociedad civil, y precisamente en este máster realizado donde el alumnado pertenece a ONG, también puede impulsar ese cambio e incluso hacer que los políticos escuchen las necesidades de las personas. Y así que el primer paso es crear, compartir, comunicar, difundir ese pensamiento, ese aprendizaje «social».

Llegados a este punto decidí que merecía la pena seguir adelante. Y así dar respuesta al título y sobre todo al objetivo último: El sistema capitalista está gastado y debe dar paso a un sistema económico donde las personas sean el centro. En este momento además es buena época para proponerlo ya que las épocas de crisis son las adecuadas para plantear el cambio.

O bien en la fotografía o en este enlace para descargar el documento pdf http://donoso.es/wp-content/uploads/personas/Economia_de_las_personas.pdf

Economía de las Personas: Liderazgo. Participación de una sociedad civil organizada

El papel de las entidades sin fines de lucro (ESFL)

Debemos salir del aletargamiento en el que está la sociedad y estar dispuesta a participar activamente. Sólo nos organizamos para ver el fútbol o alienarnos con programas “gran hermano”. Debe existir un liderazgo social capaz de compensar el liderazgo político.

En este punto me gustaría hacer referencia a una de esas estructuras sociales, no la única ni mucho menos, como es la del tercer sector, especialmente el de acción social (si bien serán unas breves pinceladas puesto que para abordarlo más profundamente se necesitarían más folios que los escritos en este trabajo).

Son unas organizaciones de la sociedad civil que sin pertenecer al sector público persiguen unos objetivos que pretenden incidir en este estado del bienestar. La aparición de las Instituciones sin fines de lucro se debe tanto
a fallos del mercado como al fallo del Estado en su función de asegurar una provisión de recursos eficiente. Las Entidades sin fines lucrativos (ESFL) deben desarrollar un papel de cobertura allí donde las necesidades no
están cubiertas bien sea por el Estado o por el sector Privado, actuando de forma complementaria e independiente de los mismos, especializándose; pero también deben desenvolverse en otros ámbitos de actuación llevando
sus características y manera particular de “saber hacer”.

Estas instituciones tienen funciones propias:

a. Contribuyen a una sociedad más pujante capaz de defender sus derechos.
b. Son fuentes de innovación y dinamización social.
c. Son capaces de prestar servicios que no quedan cubiertos por ninguno de los otros dos sectores, enfrentándose con fallos del mercado y tratando de corregir sus deficiencias.
d. Son un puente de comunicación entre el tejido social y las estructuras sociales.

Así podemos definir el Tercer Sector como aquel formado por una serie de Instituciones, altruistas, solidarias y voluntarias, que surgidas de la propia sociedad, pretenden conseguir mediante su actuación sobre el medio social, unos Objetivos múltiples difíciles de medir, dirigidos a la obtención de mejorías en la calidad de vida y reconocimiento de derechos.

¿Y para cubrir esas externalidades y hacerlas más compatibles con las personas, sobre todo de cara al mantenimiento de una relativa paz social, no estarían las entidades no lucrativas contribuyendo a la defensa del sistema?

¿Las políticas sociales persiguen que las personas en capas “excluidas” salgan de las mismas o buscan mantener el equilibrio del sistema y por ende la paz social?

Una crítica al funcionamiento de estas entidades, que como movimiento social organizado, debe aspirar a algo más que a prestar un servicio o a servir de cura paliativa a las personas excluidas socialmente. En mi opinión se han olvidado de parte funciones descritas anteriormente, centrándose en la c), función que ha sido fomentada desde los servicios públicos y desde la responsabilidad corporativa, contribuyendo a que sean meras entidades instrumentales de prestación y cobertura (eso sí con una manera de hacer propia).

Tampoco las entidades de tipo expresivo61, y con función reivindicativa cumplen porque su aportación se centra en la reivindicativa coercitiva con el empleo de la fuerza en mayor o menor grado (eso sí hay que reconocer que de forma imaginativa). No hay aprendizaje colectivo ni alternativa distinta a la propuesta por estas ESFL dejando de ser un puente entre las propias personas que conforman la sociedad (ya que hay quienes opinan de otra forma y pueden tener alternativas distintas), el tejido y las estructuras sociales.

El papel de las ESFL es fundamental. Y así deben seguir prestando y cubriendo las necesidades de las personas vulnerables y también el reivindicativo. Pero sin olvidar que sí es importante dar de comer es aún más importante enseñarle a pescar. Que el objetivo debe ser emancipador lo que supondría que una ESFL exitosa es aquella que
desaparece en el plano de prestadora de ese servicio concreto ya que la necesidad como tal desaparece o ha sido cubierta, pasando a un plano superior intercalado entre el tejido social y la estructura social; llegando a ser, por qué no, la voz de la sociedad civil organizada (incluyendo el papel de auditoría, entendida como vigilancia, como señala Amartya Sen).

Referencias:

Juan Jesús Donoso Azañón. Extraído del artículo “Entidades Sin Fines Lucrativos”. Diario Lanza. 18
de diciembre de 2008.
López de Aguileta Díaz: “Estado Sociedad Civil y Procesos de Participación”, en Voluntariado en la
Animación Sociocultural. Editorial Popular, 1990.

Y si te apetece leer el primer artículo sobre esta reflexión del liderazgo de la economía de las personas, el papel de la política y el estado pulsa aquí

Economía de las personas: Liderazgo. ¿Es posible concebir una forma diferente de convivencia?

Nos guste o no, y con independencia de lo críticos que podamos ser en un momento determinado, el liderazgo en las sociedades actuales está siendo dirigido desde el mundo de la política.

¿Es posible concebir una forma diferente de convivencia?

Bajo esta premisa voy a realizar dos reflexiones, que dejaré en dos post en mi página.

Primera reflexión sobre el “sistema político” y “el estado”.

Creamos instituciones y políticas basadas en suposiciones sobre nosotros, sin ver el sistema en su conjunto y sin estrategia para el futuro. Y así configuramos un primer mundo y un tercero, y aceptamos el hecho que siempre habrá pobres entre nosotros. Por eso los tenemos. Si hubiéramos creído que la pobreza es inaceptable para nosotros, y que no debe pertenecer a un mundo civilizado, habríamos creado instituciones y políticas apropiadas para crear un mundo sin pobreza. Queríamos ir a la Luna ‐ y fuimos a ella. Queríamos comunicarnos unos con otros muy rápidamente ‐ por lo que hicimos los cambios necesarios en la tecnología de las comunicaciones. Logramos lo que queremos lograr.

Si no estamos logrando algo, mi primera sospecha recae sobre la intensidad de nuestro deseo de lograrlo. Grameen me ha enseñado dos cosas: primero, nuestra base de conocimientos sobre las personas y cómo actúan todavía es inadecuada; segundo, cada persona es uy importante. Cada persona tiene gran potencial. Ella sola puede influir en las vidas de otros en comunidades, y naciones ‐ dentro y más allá de su propio tiempo. Cada uno de nosotros tenemos en nuestro interior mucho más de lo que hemos tenido oportunidad de explorar hasta ahora. A menos que creemos un ambiente favorable para descubrir los límites de nuestro potencial, nunca sabremos lo que tenemos dentro.

Y lo cierto es que no se puede tratar de restaurar un sistema caducado. La mayoría de los planes de rescate puestos en marcha tratan de recuperar la confianza en el sistema financiero, aportar liquidez a las entidades bancarias. Pero tiene sentido tiene el empeño desde todos los gobiernos en poner fondos para ayudar al sector inmobiliario o financiero a relanzarse? ¿Se trata de volver a poner en marcha una rueda de consumismo salvaje que nos ha dejado en la actual situación? ¿O más bien de crear un nuevo modelo que nos confraternice con el planeta y con los recursos reales?

En última instancia sólo se puede definir el Estado moderno, sociológicamente, partiendo de su medio específico, propio de él así como de toda federación política: me refiero a la violencia física. “Todo estado se basa en la fuerza”, dijo Troski en Brest‐Litovsk. Así es, en efecto. Si sólo existieran estructuras políticas que no aplicasen la fuerza como medio, entonces habría desaparecido el concepto de “Estado”, dando lugar a lo que solemos llamar “anarquía” en el sentido estricto de la palabra.

Por supuesto, la fuerza no es el único medio del Estado ni su único recursos, no cabe duda, pero sí su medio más específico. En nuestra época, precisamente, el Estado tiene una estrecha relación con la violencia. Las diversas instituciones del pasado –empezando por la familia– consideraban la violencia como un medio absolutamente normal. Hoy, en cambio, deberíamos formularlo así: el Estado es aquella comunidad humana que ejerce (con éxito) el monopolio de la violencia física legítima dentro de un determinado territorio.

Tal y como afirma Mintzberg ninguna de las estructuras: simple, Burocracia mecánica, Burocracia profesional y Forma divisional vienen bien para las industrias de nuestra época ya que por encima de todo estas organizaciones necesitan innovar siguiendo vías complejas. Lo mismo sucede con la configuración política y del estado. La estructura burocrática es demasiado inflexible y la configuración simple excesivamente centralizada.

Debería evolucionar la política hacia la adhocracia, al menos en la parte de búsqueda de soluciones a los problemas de las personas, donde los expertos preparados enlazados con el sistema (con las organizaciones de la sociedad civil), trabajan juntos a fin de crear cosas nuevas, mediante la adaptación mutua, el empleo de medios de enlace como grupos de trabajo y estructura matricial económica con políticos, expertos y estructura social entrelazados. La estructura vertical actual con jefe de gobierno, etc. quedará diluida, quedando concentrada únicamente en las garantías coercitivas que ejerce el estado, y que lo son básicamente mediante la justicia, y el resto de cosas ordinarias. En estos casos el modelo adhocrático no es el más eficiente ya que no es capaz de hacer bien las cosas ordinarias sino que le corresponderán modelos burocráticos.

Referencias:

Muhammad Yunus. Discurso en Oslo (Noruega) en el acto de entrega del premio Ayuda a la Autoayuda. 26 de septiembre de 1997. Website:
www.networkers.org/userfiles/Muhammad%20Yunus%20A%20Herp.doc

Máx Weber. “Economía y sociedad”. Ed. Fondo de cultura económica de España, S.L., 1993.

Henry Mintzberg. “La necesidad de coherencia en el diseño de la organización”. Ed. Havard Deusto
Business Review, 1982, 3er trimestre.

Os espero en la segunda parte de esta reflexión con el papel de la Participación de una sociedad civil organizada y el papel de las Entidades Sin Fines de Lucro (ESFL) <pulsa aqui>.

 

Impacto del tipo de interés compuesto. Hipotecas: ¿cadenas perpétuas?

Copio este artículo para celebrar el Día de la Educación Financiera mundial, que escribí originalmente el 25 de junio de 2013. Ya vendrán tiempos mejores en los que pueda escribir los artículos de forma fluida, mientras mejor recuperar lo ya escrito.

En España, la cadena perpetua no es perpetua. La Justicia española llama cadena perpetua a la pena máxima. Olvidemos que después esos treinta años se puedan quedar en la mitad o en un tercio o en menos, merced a las bondades del sistema. Lo mismo sucede con las bodas, merced al invento del divorcio, que rompe aquello de hasta que la muerte nos separe, en la salud o en la enfermedad, y eso sí… sin un duro en el bolsillo y con el salario con retención judicial de por vida, pero oye soltero de nuevo.

En España no existen las hipotecas perpetuas ni hay ley alguna que amenace con ellas. Pero el caso es que, como las meigas, haberlas «haylas». Una entidad financiera, de cuyo nombre no quiero acordarme (me salió la vena manchega), que tiene un producto al respecto llamado no se qué “joven” y que  tiene el bondadoso objetivo de permitir que también los jóvenes puedan, hombre, ¡faltaría más!, comprarse una casita, (avalando tu familia, la de tu mujer y los amigos –si no salen huyendo antes-) aunque sea de las de andar de perfil porque de frente no cabes. Esa hipoteca tiene un plazo de amortización de cincuenta y dos años. No sé si es el récord pero me temo que no.

La cuestión es: ¿Eso no es una condena y además desmesurada, dado el “delito” por que el que pagas? Tú firmas esa hipoteca y cumplirás durante cincuenta y dos años el castigo de entregar, mes tras mes, la mayor parte de tu sueldo a una entidad financiera. Y ahí, ojo, no hay redenciones de pena que valgan. Tendrás que pagar hasta el último céntimo, tanto de lo que te prestan como de los intereses que en tanto tiempo se vayan acumulando. Cosas que pasan con los intereses y que analizaremos en el siguiente punto. Puedes asesinar a quien quieras, a cuantos quieras, y no te caerán nunca más de treinta años, la cadena “perpetua”. Compra un pisito cutre en los extrarradios a tus veinte años cumplidos y firmarás una condena llamada hipoteca de la que no te podrás liberar hasta que cumplas 72, si es que hay suerte y los cumples. Y si tienes 40 años, como este que escribe, pues resulta que a los 90 sí no te has muerto pues a lo mejor tienes un piso en propiedad sobre el que constituir una hipoteca inversa (para que el negocio bancario no decaiga) para intentar tener una pensión digna. Y de soltería nada, ¡eh!, lo máximo que puedes aspirar es a cambiar de entidad financiera, pero siguiendo en el estado casado bajo el mismo contrato, eso sí pagando los gastos de la nueva boda mediante las comisiones de subrogación, gastos de notario, registro…

Pero llegados a este punto la cuestión no es si la boda con el banco es “perpetúa” sino que normalmente, y de esto ya se encarga el sistema educativo que no tiene en la formación obligatoria la asignatura de economía, no se tienen en cuenta las variables que influyen en este tipo de contratos financieros como son principalmente el importe, el plazo y las condiciones del tipo de interés.

El plazo de amortización no es neutro. Podría parecer que si  pido un préstamo a 5 años y otro a 10 por el de 10 debería pagar el doble de intereses puesto que el tiempo es eso, el doble, ¡nada más alejado de la realidad! Veamos una serie de conceptos económicos. Si suponemos que nos permitieran que el capital pendiente de amortización aumentase debemos tener en cuenta que existe un mínimo de cuota sea cual sea el plazo. Para hacer un cálculo rápido sólo tenemos que dividir el capital del préstamo por 1.200 y hallaremos la cuota mínima por cada punto de interés. Por ejemplo si solicitamos 300.000€ la cuota mínima al 1% sería 300.000 / 1.200 = 250€, 500€ al 2%, 750€ al 3% y 1.000€ al 4%. Este mínimo supone la inelasticidad de la cuota a la ampliación de plazo o lo que es lo mismo que cuanto más se alargue el plazo la reducción de la cuota por cada unidad de tiempo es menor. Continuemos con nuestro ejemplo y veamos en la tabla siguiente como varía la cuota desde los 10 años hasta los 50 años para un tipo de interés del 4 por ciento (tomando como año base los 10)

 

Años Cuota mes Intereses pagados totales Reducción  cuota media Media de reducción

cuota

Incremento intereses

10

3.037,35

64.482,50

20

1.817,94

136.305,84

40,15%

4,01%

111,38%

25

1.583,51

175.053,16

47,87%

3,19%

171,47%

30

1.432,25

207.433,38

52,85%

2,64%

221,69%

40

1.253,82

245.650,62

58,72%

1,96%

280,96%

50

1.157,12

266.255,75

61,90%

1,55%

312,91%

Como puede observarse la reducción de la cuota pasando de 10 a 20 años es del 40.15%, es decir para esos 10 años la media sería por cada uno de ellos del 4.01% (por tanto la reducción no es del 50% como cabría pensar, doble de tiempo pagando supone que pague la mitad mes a mes). Si se incrementa al plazo otros 10 años, es decir a 30 años, la reducción marginal por esos 10 años es de 12,70%, pasando la reducción por cada año del préstamo a 3,19%. Cada vez cuesta más reducir la cuota, y sobre todo cuanto más se acerca al mínimo que habíamos calculado en 1.000€, y que llegaría al máximo exponente en el supuesto de que aumentar el plazo de amortización de  nuestra hipoteca a 100 años que la cuota solo bajase por esos 50 años adicionales a los 1.018,78€, es decir 138,34€, y que si hiciéramos el supuesto de pasar una hipoteca de 200 a 300 años la cuota mensual sólo disminuiría en apenas 33 céntimos de euro al mes.

Tipo Interés

Años

1%

69

2%

35

3%

23

4%

17

5%

14

Podemos analizar este efecto más ampliamente comparando el punto a partir del cual se obtiene el equilibrio entre el pago de intereses y la amortización de principal o capital pendiente. Y así podemos ver cómo afectan los tipos de interés sobre este punto de equilibrio. En la tabla de la izquierda se puede observar como si el tipo es de un 2% a partir de los 35 años de plazo supone empezar la hipoteca pagando más intereses que capital. Y que si el tipo es del 5% esto sucede a partir de un préstamo con plazo superior a los 14 años.

 

No opinan ustedes como este que escribe, ¿no es necesario enseñar a los niños en el colegio sobre economía y sobre el significado de deuda, endeudamiento, tipos de interés, hipotecas, etc? ¿Por qué no se exige una formación económica a todas las personas dado que va a influir en su vida?