Cuentas que no salen.
Con este título este informe nos lleva a la situación en la que se encuentran muchas personas y familias que aún y teniendo trabajo no consiguen los ingresos suficientes para tener una vida digna cubriendo sus necesidades básicas.
En España arrastramos, de manera histórica, cifras de pobreza y desigualdad que afectan especialmente a los hogares en los que hay niños, niñas o adolescentes a cargo. De hecho, es el colectivo que más sufre cuando hay una crisis económica, y el que tarda más en recuperarse cuando mejora la situación económica.
A nivel europeo, si atendemos a la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE, por sus siglas en inglés) de las personas menores de edad, España es el país con mayor riesgo de pobreza infantil.
Esta realidad está causada, principalmente, por la escasa garantía de conseguir ingresos que tienen los hogares con hijos e hijas a cargo. Un primer motivo de esta falta de rentas es la ausencia de políticas y prestaciones específicas para familia y crianza. El segundo, que tener empleo ha dejado de ser garantía de tener un nivel de ingresos suficiente para alcanzar un nivel de vida digno. De hecho, hasta un 12% de las personas con un empleo viven en situación de pobreza o, en otras palabras, viven en situación de pobreza laboral, pues, aunque tengan trabajo viven en situación de pobreza. Otra forma de visualizar esta realidad es que hasta un 29% de las personas en España que viven en riesgo de pobreza, han trabajado al menos 7 meses a lo largo del año.
¿Cómo se explica esta realidad? El contexto de creciente precarización explica, parcialmente, esta situación: jornadas de pocas horas, empleos de corta duración y alta rotación, así como un tejido productivo que fomenta los empleos de bajos salarios por hora. Todas estas son circunstancias que afectan especialmente a los colectivos más vulnerables.
Así, la pobreza laboral y la pobreza infantil no son fenómenos independientes. La falta de ingresos suficientes por parte de las personas adultas del hogar propicia la situación de pobreza de niños, niñas y adolescentes que viven en estos hogares.
De hecho, un 36% de las familias numerosas (con 3 o más menores) y un 32% de hogares monoparentales se encuentran en situación de pobreza laboral.3 Hay evidencias que demuestran que, en España, la pobreza de los hogares con niños y niñas a
cargo depende más de la situación de empleo o desempleo de los progenitores, que del coste de la crianza.
Os dejo el enlace al informe de Save de Children:
El informe incluye una serie de recomendaciones.