¡Qué paren el sistema que yo me bajo!

En casa después de un duro día de trabajo, releía un correo electrónico que me había enviado una amiga, y que hacía moneda_quijotereferencia a un artículo publicado por el diario francés Le Monde. Una crónica que desde mi punto de vista no tiene desperdicio y que, sin conocer muy bien por qué, el periódico galo se había fijado en una provincia española con un peso relativamente bajo dentro del conjunto del estado. Y más sorprendente aún se deslizaban sus palabras alrededor del aeropuerto de ciudad real, y no había tenido impacto ni se había publicado nada notable sobre el mismo en esos días en la prensa de este país con piel de toro.

El extracto que el propio periódico exhibe en su publicación del día 27 de junio es el siguiente:

Une triste illustration de la dérive des finances publiques

DÉCLARÉ d’intérêt régional, l’aéroport privé de Ciudad Real Central a été soutenu, dès l’origine, par le gouvernement autonome de Castille-La Manche et par sa caisse d’épargne, Caja Castilla-La Mancha (CCM), en faillite depuis un an. Pour caricatural qu’il soit, l’exemple de cet équipement aéroportuaire surdimensionné illustre la dérive des finances publiques de ces dernières années dans les 17 communautés autonomes du pays. En mai, l’agence de notation financière Standard & Poor’s s’est inquiétée du « taux de croissance des dépenses historiquement haut » des régions espagnoles et de « leur désir avéré de mener des programmes ambitieux de dépenses » ces dernières années.

Ciudad Real, terminal fantôme

Flambant neuf, le premier aéroport privé d’Espagne, construit pour recevoir 2,5 millions de passagers par an, agonise au rythme d’un vol par jour. Fermin et Carmen Delgado peuvent dormir tranquilles. La sieste de ces deux octogénaires ne sera pas troublée par le vrombissement des avions. Leur village, Villar del Pozo, est pourtant situé à 400 mètres à vol d’oiseau de l’aéroport international de Ciudad Real, dans la région de Castille-La Manche. Comme tous les riverains, ils en redoutaient les nuisances sonores : « Un peu plus, ils nous faisaient la piste au milieu de la place », pestait le couple à la veille de l’inauguration, en décembre 2008.

Un triste ejemplo de la deriva de las finanzas públicas

Declarado de interés regional, el aeropuerto privado de Ciudad Real Central fue apoyado desde el principio por el Gobierno Autónomo de Castilla-La Mancha y su caja de ahorros Caja Castilla-La Mancha (CCM), en bancarrota el año pasado. Una caricatura de lo que sucede es el ejemplo de este equipo el aeropuerto sobredimensionado, e ilustra la tendencia de las finanzas públicas en los últimos años en las 17 de las comunidades autónomas en el país. En mayo, la agencia de calificación financiera Standard & Poors mostró la preocupación sobre la «tasa históricamente alta de crecimiento del gasto» en las regiones españolas y » el demostrado deseo de llevar a cabo ambiciosos programas de gasto» en los últimos años.

Ciudad Real, Terminal fantasma

Flamante y nuevo, el primer aeropuerto privado de España, construido para recibir 2,5 millones de pasajeros al año, agonizando al ritmo de un vuelo por día. Fermín Delgado y Carmen pueden estar tranquilos. La siesta de los dos octogenarios no se verá afectada por el rugido de los aviones. Su pueblo, Villar del Pozo, sin embargo, se encuentra a 400 metros en línea recta desde el aeropuerto internacional de Ciudad Real, Castilla-La Mancha. Al igual que todos sus paisanos temían la contaminación acústica: «Un poco mas y nos hacen la pista en medio de la plaza», criticó la pareja en la víspera de la inauguración en diciembre de 2008.

Son sólo extractos del reportaje demoledor, sobre el aeropuerto de Ciudad Real, del que además se pueden extraer ideas como las siguientes:

 Se trata de un equipamiento de última generación con una de las pistas más largas de Europa (4 kilómetros) capaz de permitir el aterrizaje de un Airbus A380, el avión comercial más grande del mundo. Las instalaciones están dimensionadas para acoger un volumen de dos millones y medio de pasajeros al año. Para gestionarlo hay 91 trabajadores directos más unos 200 de  diversas empresas concesionarias.

Hoy un silencio sepulcral reina en la inmensa nave de salidas -escribe el reportero del diario parisiense-. El caso es que el aeropuerto de Ciudad Real nada más que tiene tres vuelos semanales gracias a una subvención pública. La cafetería prácticamente solo sirve para servir el almuerzo a los mismos trabajadores que lunes, miércoles, jueves y sábados son las únicas personas que dan vueltas por los pasillos en todo el día.

Una obra de esta magnitud ha necesitado invertir de entrada 500 millones de euros. Buena parte de ellos los ha puesto o los va a poner Caja Castilla La Mancha, que ha sido intervenida por el Banco de España y ha sido avalada con 9.000 millones de euros de dinero público. Ahora la Junta de Castilla-La Mancha ha inyectado al aeropuerto 140 millones más, que irán a compensar las pérdidas enormes y constantes. Ciudad Real tiene 75.000 habitantes,  cifra insuficiente a todas luces para tener un aeropuerto de esta envergadura, y no cuenta con ciudades cerca de ella que justifiquen la necesidad del mismo, ni de esa talla. Dispone de estación de AVE y aeropuerto internacional.

¿Quién tuvo intereses en este proyecto que no beneficia a nadie? La contestación es clara, el beneficio estuvo en su construcción, averigüemos quienes la promocionaron y conoceremos quienes se beneficiaron de ella y tendremos las razones de su sinrazón. La buena nueva es que al menos generó empleo mientras se hizo la obra.

Mi amiga me decía después de leer todo lo anterior: «Dan ganas de llorar. ¡Qué impunidad!, ¡Qué indefensión tenemos los ciudadanos! Da ganas de decir aquello de «…que paren el mundo que me apeo».

Mientras yo pensaba que todo era peor. Y mi reflexión no era otra sino que encima todo esto se publicaba en un periódico de otro país mientras en el nuestro no había ni un comentario. Y claro me llevaba a la conclusión, quien sabe si errada o acertada, de decir que lo que está fallando es el sistema, ese que tiene dentro de sus principios todo lo necesario para que estas situaciones se vean como normales. Poco importa si un aeropuerto privado, sólo tiene de privado el nombre. Porque aunque existan personas resulta que el dinero para la financiación se ponía desde la caja de ahorros de todos los castellanos manchegos, y una vez intervenida desde el dinero de los impuestos de todos los españoles. ¿En qué quedamos, en que es privado o público?

Y esto sucede en una provincia cuyo peso económico es relativo en el conjunto de la economía española -me decía a mí mismo- no quiero imaginar lo que puede suceder en el resto. Y ahí me vino la imagen de lo que había sido noticia unos días atrás, «Zapatero niega a Gallardón su petición de refinanciar la deuda que vence a 31 de diciembre». Madrid con 7.145 millones de € de deuda, que así dicha así pudiera parecer más pequeña, pero que traducida a las antiguas pesetillas es de 1,2 billones de pesetas (y billón no americano sino español, millón de millones), buena parte de la cual obedece a una obra faraónica -como es la de la calle 30- que no arroja ningún beneficio económico ni incrementa la productividad ni el empleo. Bueno no hay que ser tan tajante, en los terrenos que quedan por encima de la M-30 irán dos «chiringuitos» que podrán las servilletas de tela según orden municipal, y que darán empleo a 8 ó 10 personas.

¿Increíble? ¡No, real! Los romanos acuñaron la frase de pan y circo. Y nosotros la hemos simplificado, con circo es suficiente. Y lo peor es que estamos tan felices los ciudadanos, no hay respuesta, por no haber no hay ni movimiento ciudadano, porque el político y sindical murió hace tiempo dentro del propio sistema. Eso sí, tenemos a «idolín», al fútbol y a su santidad… a la tele… y los programas rosas hasta en la sopa… ¡qué felices que somos sabiendo que la famosa de turno va al gimnasio, y fíjate que la pillaron con otro! O escuchando que ese famosillo sé cepilló a otro,  ¿cepillar, serían los dientes con pasta dentífrica? ¡Eso sí mi equipo es mejor que el tuyo! Claro que mi equipo está formado por 20 millonarios en calzoncillos que corren detrás de un balón.

Va a ser verdad la frase romana de pan y circo, el pan para unos pocos y el circo para el resto.

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