El día del Ángel

Colaboración de Eulogio Carretero Bordallo

(Primer Domingo de Marzo)

Las golondrinas llegaban a mediados de marzo. Ya “el Día del Ángel” se veían las primeras golondrinas revoloteando por las calles, haciendo sus filigranas, sumándose al festejo. La gente decía que todos los año eran las mismas, y que el invierno ya había pasado…

(De Sinfonía de un lugar)

VOLVER, como vuelven las distinguidas y familiares golondrinas, todos los años, tras el frío y crudo invierno.

Como vuelven las cigüeñas sobre sus nidos de sarmientos, altas y señoriales, ¡encimica de la torre de la iglesia!

Como vuelve a florecer la alegre y colorida primavera sobre los campos, y a vestirse los árboles de nuevo…

¿Acaso no es motivo de festejo y celebración, volver? Poder volver, al lugar de origen y celebrar sus fiestas:

Volver a recorrer el camino hasta la ermita, como todos los años. Poder volver a celebrarlo con la familia, los amigos…

La música, el baile y la alegría, es volver a celebrar en parte, el festejo de la vida. O al menos así debería ser.

Participar de sus fiestas, conservar sus tradiciones y costumbres, es enriquecer la cultura de un pueblo.

EL CAMINO DE LA ERMITA: UNA MIRADA AL PASADO

Había una cruz en el camino hacia la ermita: “la Cruz Blanca” le decíamos. Y un carapuchete de piedra semiderruido ya hace tiempo junto a una noria…

¡Las norias! Cómo han cambiado su tradicional forma de sacar el agua. ¿Dónde quedó la pesada rueda de cangilones movida por los burros?

¿Dónde quedaron los burros? El doméstico animal indispensable de utilidad en todas las faenas del campo: la labranza, el trasiego, la trilla…

¿Dónde quedó toda esa cotidianidad, esa forma de vida. Esos utensilios que un día nos fueron tan necesarios?

En “el Día del Ángel” los carros eran el medio de transporte tradicional y familiar para llegar a la ermita a cinco kilómetros desde el pueblo.

¿En que lugar de la memoria yace todo en el olvido?

¡Bailad, bailad, romeros, y divertíos!

Había unos olivares y unos almendros que por el tiempo ya habrán florecido. ¿Habrá algo más natural e impresionante que un almendro en flor?

Me viene a la memoria la originalidad de aquel rey moro de Granada que para complacer a su esposa o demostrarle que el también podía

hacer nevar en primavera, mandó sembrar todo un valle de almendros para que cuando floreciesen, cubriesen ¡ T O D O D E B L A N C O !

¡Comprenderás, M I R E I N A, que puede nevar en primavera. Y que en la primavera las nieves suelen ser más cálidas…!

¿Habrá algo más espectacular y conmovedor que todo un valle de almendros en flor contemplado desde las almenas de un castillo?

¡Bailad, bailad, romeros, y divertíos!

Había unos campos de viñas y un cielo amplio y abierto allá donde mirases. Todo en torno eran montañas lejanas, verdosas, grisáceas, azuladas…

Desde este punto del camino sólo se llegaba a ver la torre de la iglesia, el pueblo quedaba desaparecido por completo tras la nueva línea

horizontal de la carretera de circunvalación. Es el progreso, la new wave que llega, que avanza transformando costumbres, formas, paisajes…

Algo a lo que nos debemos ir acostumbrando, cambiando la mirada. Resulta artificioso, chocante a los que ya estábamos hechos a la vieja estampa.

¡La primavera ha venido. Un instante me quedo mirando el arriate de paredes blancas, sus cipreses… altos, silenciosos, entristecidos…

Tocando el cielo… ¡Se fueron! Cierro los ojos, moviendo la cabeza de un lado a otro: ¡Se han ido! …y nadie sabe cómo ha sido!

¡Bailad, bailad, romeros, y divertíos!

Llegando al camino de la vereda que se cruza con este perpendicularmente, más cerca o más lejos puedes alcanzar a ver algún rebaño de ovejas pastando.

Antiguamente era un camino de paso, una cañada real por donde se conducía el ganado trashumante de una región a otra.

En la guerra, este fue utilizado como campo de aviación. Hay unos refugios que aún se conservan desde entonces…

Y la bajada hacía el río o el pantano: ¡No sé si este año vendrá crecido, o si aún se dejará ver el viejo puente romano!

No, aún no se ha caído. Me alegra comprobarlo y me sorprende su fortaleza. Su lenta agonía ante el paso indiferente de los humanos.

Su resurgir sobre las aguas un tiempo, para volver a ser de nuevo sepultado. Es la lucha y la esperanza por la supervivencia. ¿Cuánto tiempo más su agonía?

Antiguamente, no hace tanto tiempo, una década quizás siempre se cruzaba por este puente para poder ir a la ermita.

Yo lo recuerdo. ¡Cuántos recuerdos! ¡Cuánta historia oculta aún en estos lugares, …y cuánto olvido!

¡Bailad, bailad, romeros, y divertíos!

Según las investigaciones, se trata del Puente Tardorromano de Publio Baebios Venustus, que se podría fechar del siglo III según consta en la inscripción hallada en sus inmediaciones, y que se puede contemplar en el rellano de la escalera del Ayuntamiento de Almagro…

La Ermita está levantada sobre las ruinas de Oreto, de orígenes Ibéricos, Romanos y Visigodos… (Hoy en periodo de excavaciones).

Esta ciudad de Oreto, de gran extensión y densamente poblada en la antigüedad inició su proceso histórico a finales del siglo V antes de Cristo. Desapareciendo y siendo totalmente despoblada a partir de la llegada de Fray Raimundo de Fileto, fundador de la naciente Orden Militar de Calatrava.

Los árabes, en su lenguaje alegórico, dieron a Oreto el nombre de Zuqueca: es decir, “Lugar de Ruinas”. Nombre que a finales del siglo XIII se dio a la Virgen, conocida hasta hoy como Virgen María de Oreto y Zuqueca.

ANTECEDENTES HISTORICOS SOBRE “EL DIA DEL ANGEL”

En el siglo XV, el priorato de Zuqueca estaba incluido en los términos y pertenencias de Moral, según señaló la Orden de Calatrava al hacer a este pueblo independiente…

Su justicia pues, ejercía actos de jurisdicción civil y criminal tanto en la dehesa como en la ermita, y esto nunca fue del agrado del concejo de Almagro ni de los vecinos de Granátula (entonces aldea). Siendo por lo cual objeto de acaloradas disputas y rencillas.

En el año 1579 la discordia tomo tal cariz, que reunidos los pueblos comarcales “El Día del Ángel” a la celebración de la fiesta tradicional, comenzaron cada uno de los pueblos la defensa de sus derechos a la fuerza: un muerto y varios heridos fue el resultado de aquella contienda.

El Alcalde Mayor de Almagro impuso a los del Moral, entre otras penas, la de perder el derecho o preeminencia jurisdiccional que tenían en este priorato…

LA ERMITA DE ZUQUECA

Decían que el ermitaño, sabía mucho de todo esto. Se había pasado toda su vida aquí en la ermita. La ermita, que está situada al margen del río Jabalón, en medio de dos cerros: de Los Obispos y de Oreto, y cercada a su vez de gruesos árboles…

En otro tiempo, cuando el río venía caudaloso, pasaba a orillas, besando sus cimientos. Hay quien dice que cuando se desbordaba, la ermita quedaba cubierta por el agua.

Esta ermita, junto con la Virgen, es la más antigua de toda esta comarca. La Virgen de Oreto y Zuqueca, la patrona del pueblo, la única que se salvó de la quema durante la guerra.

El alcalde, un tal San Roma, tal vez por devoción o consciente de su valor histórico, la mandó tabicar en una habitación de la ermita y tenerla bajo custodia, para que nadie -ni unos ni otros, ni buenos ni malos- pudiesen tocarla.

Mucha gente ha venido descalza hasta aquí para cumplir sus promesas. Dicen que ha hecho muchos milagros. Dentro del santuario hay brazos, manos y pies de cera colgados de sus paredes. Son las ofrendas que se les hacían a la virgen: un pie de cera o un brazo, si éste se le curaba…

Para celebrarlo, todos los años, “El Día del Ángel”, el primer domingo de marzo, los vecinos de esta localidad y alrededores, lo festejan con una romería a la ermita. Últimamente tienen que traer la Virgen desde el pueblo, porque desde que murió el ermitaño ya nadie ha querido vivir en la ermita… Simplemente, se van perdiendo las costumbres.

* * *

<<Esto es Granátula de Calatrava. Es un lugar pequeño de La Mancha. Se llama así porque hace mucho tiempo, según cuenta una vieja leyenda, “vivía una reina que se llamaba Tula, y era la dueña de estas tierras, que tenían unos graneros donde almacenaban las cosechas que cogían. De ahí su nombre: graneros de Tula, Granátula”

Y “de Calatrava” porque tiempo después, allá por el siglo XII perteneció a la orden religiosa de su mismo nombre. No sé si lo habrán oído o si vendrá quizás en el mapa, porque es un pueblo muy pequeño pero muy bonito… ¡Y además, aquí, también nació El General Espartero!>>

(Para incluir en Sinfonía de un Lugar: Apéndice Segundo)

10 -02 -02. Eulogio Carretero Bordallo

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