Lenguaje políticamente correcto ….

Hace un tiempo escribí un artículo llamado «Sexo, mentiras y lenguaje políticamente correcto» (podeis verlo aqui http://www.donoso.es/?p=266) en el que hacía alusión al lo que se denomina lenguaje no sexista. Mucho se ha afirmado acerca de que el castellano es un lenguaje sexista, pero con esto no siempre se dice la misma cosa. Es cierto que es molesto que, si hay treinta mujeres y un varón, se diga “nosotros”. Pero esto es una cuestión de género (no de sexo) no marcado, es decir que se da por supuesto y funciona como neutro y también es una cuestión de actitud del hablante ya que pudo utilizar nosotras. Y no digo que las convenciones sean inocentes, lo que digo es que una actitud discriminatoria inherente a un idioma es algo más bien difícil de probar. Es cierto que los hispanohablantes tendemos a ser machistas, pero ¿los ingleses no?, quizás no lo sea el cambio del apellido de la casada por el de su marido. Volvemos a lo anterior: lo sexista está en la actitud del hablante, un lenguaje igualitario ayuda, y mucho, pero si la actitud no se cambia desde el origen la evolución será lenta y ajada y como dice aquel refrán puede suceder aquello de “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.

Ahora leyendo por la web me encuentro con este artículo de Pérez Reverte, donde magistralmente desliza una idea muy parecida, sobre el uso correcto del lenguaje y esa moda del «oa» y «lgtb»

Aquí copio la página:

¡Qué paren el sistema que yo me bajo!

En casa después de un duro día de trabajo, releía un correo electrónico que me había enviado una amiga, y que hacía moneda_quijotereferencia a un artículo publicado por el diario francés Le Monde. Una crónica que desde mi punto de vista no tiene desperdicio y que, sin conocer muy bien por qué, el periódico galo se había fijado en una provincia española con un peso relativamente bajo dentro del conjunto del estado. Y más sorprendente aún se deslizaban sus palabras alrededor del aeropuerto de ciudad real, y no había tenido impacto ni se había publicado nada notable sobre el mismo en esos días en la prensa de este país con piel de toro.

El extracto que el propio periódico exhibe en su publicación del día 27 de junio es el siguiente:

Une triste illustration de la dérive des finances publiques

DÉCLARÉ d’intérêt régional, l’aéroport privé de Ciudad Real Central a été soutenu, dès l’origine, par le gouvernement autonome de Castille-La Manche et par sa caisse d’épargne, Caja Castilla-La Mancha (CCM), en faillite depuis un an. Pour caricatural qu’il soit, l’exemple de cet équipement aéroportuaire surdimensionné illustre la dérive des finances publiques de ces dernières années dans les 17 communautés autonomes du pays. En mai, l’agence de notation financière Standard & Poor’s s’est inquiétée du « taux de croissance des dépenses historiquement haut » des régions espagnoles et de « leur désir avéré de mener des programmes ambitieux de dépenses » ces dernières années.

Ciudad Real, terminal fantôme

Flambant neuf, le premier aéroport privé d’Espagne, construit pour recevoir 2,5 millions de passagers par an, agonise au rythme d’un vol par jour. Fermin et Carmen Delgado peuvent dormir tranquilles. La sieste de ces deux octogénaires ne sera pas troublée par le vrombissement des avions. Leur village, Villar del Pozo, est pourtant situé à 400 mètres à vol d’oiseau de l’aéroport international de Ciudad Real, dans la région de Castille-La Manche. Comme tous les riverains, ils en redoutaient les nuisances sonores : « Un peu plus, ils nous faisaient la piste au milieu de la place », pestait le couple à la veille de l’inauguration, en décembre 2008.

Un triste ejemplo de la deriva de las finanzas públicas

Declarado de interés regional, el aeropuerto privado de Ciudad Real Central fue apoyado desde el principio por el Gobierno Autónomo de Castilla-La Mancha y su caja de ahorros Caja Castilla-La Mancha (CCM), en bancarrota el año pasado. Una caricatura de lo que sucede es el ejemplo de este equipo el aeropuerto sobredimensionado, e ilustra la tendencia de las finanzas públicas en los últimos años en las 17 de las comunidades autónomas en el país. En mayo, la agencia de calificación financiera Standard & Poors mostró la preocupación sobre la «tasa históricamente alta de crecimiento del gasto» en las regiones españolas y » el demostrado deseo de llevar a cabo ambiciosos programas de gasto» en los últimos años.

Ciudad Real, Terminal fantasma

Flamante y nuevo, el primer aeropuerto privado de España, construido para recibir 2,5 millones de pasajeros al año, agonizando al ritmo de un vuelo por día. Fermín Delgado y Carmen pueden estar tranquilos. La siesta de los dos octogenarios no se verá afectada por el rugido de los aviones. Su pueblo, Villar del Pozo, sin embargo, se encuentra a 400 metros en línea recta desde el aeropuerto internacional de Ciudad Real, Castilla-La Mancha. Al igual que todos sus paisanos temían la contaminación acústica: «Un poco mas y nos hacen la pista en medio de la plaza», criticó la pareja en la víspera de la inauguración en diciembre de 2008.

Son sólo extractos del reportaje demoledor, sobre el aeropuerto de Ciudad Real, del que además se pueden extraer ideas como las siguientes:

 Se trata de un equipamiento de última generación con una de las pistas más largas de Europa (4 kilómetros) capaz de permitir el aterrizaje de un Airbus A380, el avión comercial más grande del mundo. Las instalaciones están dimensionadas para acoger un volumen de dos millones y medio de pasajeros al año. Para gestionarlo hay 91 trabajadores directos más unos 200 de  diversas empresas concesionarias.

Hoy un silencio sepulcral reina en la inmensa nave de salidas -escribe el reportero del diario parisiense-. El caso es que el aeropuerto de Ciudad Real nada más que tiene tres vuelos semanales gracias a una subvención pública. La cafetería prácticamente solo sirve para servir el almuerzo a los mismos trabajadores que lunes, miércoles, jueves y sábados son las únicas personas que dan vueltas por los pasillos en todo el día.

Una obra de esta magnitud ha necesitado invertir de entrada 500 millones de euros. Buena parte de ellos los ha puesto o los va a poner Caja Castilla La Mancha, que ha sido intervenida por el Banco de España y ha sido avalada con 9.000 millones de euros de dinero público. Ahora la Junta de Castilla-La Mancha ha inyectado al aeropuerto 140 millones más, que irán a compensar las pérdidas enormes y constantes. Ciudad Real tiene 75.000 habitantes,  cifra insuficiente a todas luces para tener un aeropuerto de esta envergadura, y no cuenta con ciudades cerca de ella que justifiquen la necesidad del mismo, ni de esa talla. Dispone de estación de AVE y aeropuerto internacional.

¿Quién tuvo intereses en este proyecto que no beneficia a nadie? La contestación es clara, el beneficio estuvo en su construcción, averigüemos quienes la promocionaron y conoceremos quienes se beneficiaron de ella y tendremos las razones de su sinrazón. La buena nueva es que al menos generó empleo mientras se hizo la obra.

Mi amiga me decía después de leer todo lo anterior: «Dan ganas de llorar. ¡Qué impunidad!, ¡Qué indefensión tenemos los ciudadanos! Da ganas de decir aquello de «…que paren el mundo que me apeo».

Mientras yo pensaba que todo era peor. Y mi reflexión no era otra sino que encima todo esto se publicaba en un periódico de otro país mientras en el nuestro no había ni un comentario. Y claro me llevaba a la conclusión, quien sabe si errada o acertada, de decir que lo que está fallando es el sistema, ese que tiene dentro de sus principios todo lo necesario para que estas situaciones se vean como normales. Poco importa si un aeropuerto privado, sólo tiene de privado el nombre. Porque aunque existan personas resulta que el dinero para la financiación se ponía desde la caja de ahorros de todos los castellanos manchegos, y una vez intervenida desde el dinero de los impuestos de todos los españoles. ¿En qué quedamos, en que es privado o público?

Y esto sucede en una provincia cuyo peso económico es relativo en el conjunto de la economía española -me decía a mí mismo- no quiero imaginar lo que puede suceder en el resto. Y ahí me vino la imagen de lo que había sido noticia unos días atrás, «Zapatero niega a Gallardón su petición de refinanciar la deuda que vence a 31 de diciembre». Madrid con 7.145 millones de € de deuda, que así dicha así pudiera parecer más pequeña, pero que traducida a las antiguas pesetillas es de 1,2 billones de pesetas (y billón no americano sino español, millón de millones), buena parte de la cual obedece a una obra faraónica -como es la de la calle 30- que no arroja ningún beneficio económico ni incrementa la productividad ni el empleo. Bueno no hay que ser tan tajante, en los terrenos que quedan por encima de la M-30 irán dos «chiringuitos» que podrán las servilletas de tela según orden municipal, y que darán empleo a 8 ó 10 personas.

¿Increíble? ¡No, real! Los romanos acuñaron la frase de pan y circo. Y nosotros la hemos simplificado, con circo es suficiente. Y lo peor es que estamos tan felices los ciudadanos, no hay respuesta, por no haber no hay ni movimiento ciudadano, porque el político y sindical murió hace tiempo dentro del propio sistema. Eso sí, tenemos a «idolín», al fútbol y a su santidad… a la tele… y los programas rosas hasta en la sopa… ¡qué felices que somos sabiendo que la famosa de turno va al gimnasio, y fíjate que la pillaron con otro! O escuchando que ese famosillo sé cepilló a otro,  ¿cepillar, serían los dientes con pasta dentífrica? ¡Eso sí mi equipo es mejor que el tuyo! Claro que mi equipo está formado por 20 millonarios en calzoncillos que corren detrás de un balón. Va a ser verdad la frase romana de pan y circo, el pan para unos pocos y el circo para el resto.

¡Qué paren el sistema que yo me bajo!

Economía: Cuestión de sistema

David, un amigo galego, me envía un correo electrónico sobre la economía. Y aqui os dejo esta visión sobre la misma, en tono de humor.

Economía… todo depende del sistema… ¿Quién, cómo, cuántas, para qué… ordeña la vaca?

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Socialismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te obliga a darle 1 a tu vecino.
Comunismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te DA algo de leche..
Fascismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te VENDE algo de leche.
Nazismo:
Tú tienes 2 vacas.
El estado te las quita y te dispara en la cabeza.
Burocratismo :
Tú tienes 2 vacas..
El estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.
Capitalismo tradicional
Tú tienes 2 vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas.
Vendes las vacas y ganas dinero.
Capitalismo moderno:
Tú tienes 2 vacas.
Vendes 3 de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco.
Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las 4 vacas de vuelta, con exención de impuestos por 5 vacas. La leche que hacen tus 6 vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Cayman que vuelve a vender los derechos de las 7 vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes 8 vacas con opción a una más. Coges tus 9 vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes a la gente tus 10 vacas trozeadas. Curiosamente durante todo el proceso nadie parece darse cuenta que, en realidad, tú sólo tienes 2 vacas.
Economía japonesa:
Tú tienes 2 vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas ‘Vakimon’ e incomprensiblemente, te haces millonario.
Economía alemana:
Tú tienes 2 vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman una vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que tenga ningún mérito.
Economía rusa:
Tú tienes 2 vacas.
Cuentas y tienes 5 vacas.
Vuelves a contar y te salen 257 vacas
Vuelves a contar y te salen 3 vacas.
Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka.
Economía china:
Tú tienes 2 vacas.
Tienes a 300 tíos ordeñándolas.
Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera.
Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Economía iraquí:
Tú no tienes vacas.
Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país.
Tú sigues sin tener vacas.
Economía suiza:
Hay 5000000000 vacas
Es obvio que tienen dueño pero nadie parece saber quién es.
Economía francesa:
Tú tienes 2 vacas.
Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las
carreteras del país, porque tú lo que quieres son 3 vacas.
Economía neozelandesa:
Tú tienes 2 vacas.
La de la izquierda te parece cada día más atractiva.
Economía española:
Tú tienes 2 vacas, pero no tienes ni idea de donde están.
Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca.
Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles después del puente de San Aniceto

Contabilidad de Entidades Sin Fines de Lucro – Por fin una visión donde no hay beneficio ni lucro en estas organizaciones

Contabilidad Entidades Sin Fines Lucrativos

Contabilidad Entidades Sin Fines Lucrativos

La Asociación Española de Contabilidad y Administración (AECA) en el grupo de trabajo de Entidades Sin Fines Lucrativos acaba de publicar el documento 2 cuyo título es «Los Estados Contables de las Entidades Sin Fines Lucrativos».

Dentro del documento surgieron los siguientes interrogantes:

  • ¿Es suficiente elaborar los mismos estados contables que presentan las entidades lucrativas?
  • ¿Es necesario introducir determinados cambios de denominación, estructura o criterios en los estados de las entidades lucrativas y completarlos con información específica destinada a sus usuarios y en especial a los órganos supervisores de las ESFL?
  • ¿Es preciso elaborar estados contables concretos  y distintos a los de las entidades lucrativas?

La propuesta elaborada tiene en cuenta la principal característica de este tipo de entidades, la ausencia de lucro. Así se propone la eliminación de la cuenta de pérdidas y ganancias, quedando los estados contables formados por:

  1. Balance de situación.
  2. Cuenta de variaciones patrimoniales.
  3. Memoría económica.
  4. Estado de flujos de tesorería.
  5. Memoría de actividades.
  6. Previsión de actividades.

En la ESFL se produce la aplicación y obtención de recursos a fines. Así estas entradas y salidas quedarán reflejadas en las variaciones patrimoniales, y su diferencia al final del ejercicio quedará representado en un mayor o menor patrimonio.

Específicamente se incluyen dos nuevos, que no están en el mundo lucrativo: La memoría de actividades y la previsión de actividades. Como tal son una herramienta para informar sobre los programas, proyectos y actividades que tienen lugar en la entidad sin fines lucrativos, que ha desarrollado o piensa desarrollar en un determinado período, permitiendo medir con parámetros de eficacia y eficiencia.

Personalmente, y además como miembro de este grupo que ha elaborado esta propuesta, creo que este modelo responde específicamente a las necesidades contables de las Entidades Sin Fines Lucrativos, mientras que la adaptación del modelo normal pensado para las empresas que tienen como fin la obtención de beneficio no cubría las necesidades informativas de nuestro sector.

Para descargar el documento de AECA pulsando en la imagen de la portada.

La valoración económica de la aportación del voluntariado

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La valoración de la aportación del voluntariado siempre ha suscitado controversia. Desde siempre he oído en este sector distintas posturas y puntos de vista que al final tienden a llegar a la conclusión de que valorar el voluntariado sería como valorar la bondad, el altruismo, la generosidad… magnitudes que nunca pueden tener valor, llegando al resultado de que la expresión en términos monetarios de una acción filantrópica implica “prostituir” esta actividad. En especial por parte de los voluntarios se suele considerar que estos valores que llevan implícitos: el compromiso, los ideales,… expresados en euros, dólares o cualquier otra moneda, lo único que hace es adulterar el verdadero valor del voluntariado.

Del estudio realizado sobre la “Conducta Altruista e Identidad del Voluntariado” , de las diversas motivaciones que pueden llevar al desarrollo de actividades de voluntariado, incluyendo motivaciones altruistas y motivaciones personales, el valor más alto se corresponde con la contribución al bienestar social, en coincidencia con los resultados de Chacón y Vecina , que encontraron que los voluntarios estaban movidos especialmente por ayudar a otros. Pero junto a esta motivación altruista, con valores muy cercanos, aparecen otras dos motivaciones: para vivir experiencias nuevas y para adquirir experiencia pre-profesional. Las motivaciones que son valoradas más bajas son: la obligación moral y las convicciones religiosas/políticas.

Sin embargo hacer invisible económicamente un hecho como el voluntariado en mi opinión no es lo adecuado. Podría entonces surgir la pregunta ¿el voluntariado forma parte de la realidad económica y financiera de las entidades sin fines lucrativos? Precisamente en una entidad sin fines lucrativos, sobre todo en las asociaciones, si tienen sentido son por la existencia del voluntariado. “Los voluntarios son el recurso humano por excelencia de las organizaciones no lucrativas. Sin personas voluntarias, la mayoría de estas organizaciones no sobrevivirían” .

También hay que considerar las dificultades de la valoración de algo que en muchas ocasiones va más allá de realizar una acción, colaborar, ayudar, etc., siendo similar a la complejidad de justipreciar, poner en términos económicos, la aportación de las organizaciones no lucrativas cuyo fin último es alcanzar un impacto más que prestar un servicio. ¿Cómo valorar el intangible de la aportación de un líder que crea una organización que cubre las necesidades de las personas vulnerables o da respuesta a la sociedad y que construye de una idea altruista una realidad de cobertura de vulnerabilidades?

Esto ha ayudado a que tradicionalmente se haya dejado de lado, u obviado, la contabilización del voluntariado más allá de los gastos propios en los que incurren las personas voluntarias en la realización de su papel en la entidad sin ánimo de lucro (coste del vestuario, formación, gastos de desplazamiento, manutención, etc.).

Tampoco ayudó el plan general contable, ni el anterior ni el actual, ya que dejó y ha dejado de lado la valoración de estos activos importantes y sólo se ha fijado en los materiales. Así se produce la paradoja de que si alguien dona dinero a una entidad sin fin de lucro para la contratación de un especialista que haga tal o cual estudio, la donación aparecerá como un ingreso y el salario del especialista como gasto. Sin embargo si ese alguien decide no donar el dinero directamente y contrata pagándole al especialista y su encargo es realizar ese estudio para la entidad sin fin de lucro no aparecerá en la contabilidad. Algo parecido sucede con el voluntariado. Haciendo la abstracción alguien podría donar su trabajo voluntario, su tiempo y dedicación, o bien donar el equivalente a su salario. En el primer caso no tendría impacto económico en la información contable de la entidad sin fin lucrativo mientras que en el segundo caso sí.

Entonces podemos llegar a la conclusión de que las cuentas anuales de las entidades sin fines de lucro están minusvaloradas y no contienen todos los hechos económicos de estas organizaciones.

El informe sobre la función del voluntariado como contribución a la cohesión económica y social anima a los Estados miembros y a las autoridades regionales y locales a que reconozcan el valor del voluntariado para promover la cohesión social y económica; les anima, además, a que trabajen en colaboración con organizaciones de voluntariado y continúen la valiosa consulta con el sector del voluntariado a fin de desarrollar planes y estrategias para reconocer, valorar, respaldar, facilitar y fomentar el voluntariado; insta asimismo a los Estados miembros a crear un marco institucional estable para la participación de las ONG en los debates públicos.

Según el informe de la Universidad John Hopkins titulado Measuring Civil Society and Volunteering, publicado el 25 de septiembre de 2007 , el sector de las instituciones sin ánimo de lucro contribuye al producto interior bruto de muchos países en igual medida que los sectores financiero y de la construcción y su aportación es el doble que la del sector de los servicios públicos. Esto significa que supone entre el 5 y el 7 % del PIB en los países estudiados. Esta información se basa en datos procedentes de los institutos oficiales de estadística de ocho países (Australia, Bélgica, Canadá, República Checa, Francia, Japón, Nueva Zelanda y Estados Unidos). Cabe destacar que otros veinte países, tanto desarrollados como en desarrollo, se han comprometido a publicar este tipo de datos y muchos otros están a punto de hacerlo. Todo ello indica claramente que un número cada vez mayor de países reconoce la importancia de la inclusión del voluntariado en la contabilidad nacional.

Parece por tanto legítimo que se valore la aportación del voluntariado y se incluya en las cuentas anuales de las instituciones sin fines lucrativos, sin dejar de tener en cuenta que en determinadas ocasiones es posible que la valoración económica no sea posible porque no todo tiene precio . No puede dudarse que el voluntariado también presenta una dimensión económica, como recurso (primordial) del tercer sector.

Valoración del voluntariado

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En el cuadro anterior, elaborado con la información del estudio de Asignación de valor económico a la actividad voluntaria , se incluyen distintas formas de valorar la aportación del voluntariado. Básicamente hay dos modelos de valoración basados en:
– Coste de oportunidad.
– Costes a través de los ingresos.

El coste de oportunidad asigna al voluntariado el precio equivalente de contratar al personal, la mano de obra necesaria para cubrir la aportación voluntaria. El cálculo se basa en multiplicar las horas de aportación por el precio de cada hora, identificando las categorías de personal equivalentes. El problema surge en el precio de la hora, ya que en muchos casos puede no existir un referente en el mercado; y también pueden obviarse determinados valores como son los de estar en un país en conflicto armado, residencia, etc. Sin embargo siempre pueden obtenerse referentes, al menos al precio legal o mínimo, como son los fijados en los salarios mínimos interprofesionales para las distintas categorías, convenios colectivos que aplica la entidad sin fines de lucro, etc.

La otra alternativa sería valorar en función del retorno que tenga para la entidad, es decir el coste a través de los ingresos. Esta opción es más compleja y polémica ya que supondría poner en valor del coste del producto final de la entidad sin fines lucrativos y por diferencias con el precio del producto a precios de mercado hallar el valor de la aportación voluntaria. En resumen la valoración vendrá determinada por la diferencia entre el valor de la producción a precio de venta y el resto de factores productivos que si son cuantificados económicamente.

En conclusión:

– La valoración de la aportación del voluntariado es necesaria, y a mi juicio imprescindible, si se quiere poner en valor la aportación que hacen; y a la vez reflejar unas magnitudes más reales del tercer sector. Actualmente las publicaciones económicas que se realizan obvian esta aportación, quedando minusvalorada. Los métodos de valoración pueden discutirse, pero adoptado uno lo más importante es la consistencia y la comparabilidad entre períodos.

– Esto no presupone que esa valoración exprese con exactitud la aportación voluntaria. Como se ha comentado, poner precio a la vida humana, a la aportación humana es complejo, pero no por ello imposible. Se hace todo los días cuando alguien trabajo a cambio de un salario. Y todo ello sin olvidar el acto de altruismo que supone el voluntariado y sin minusvalorarlo con otros juicios economicistas.

– Desde Europa, y esperemos que pronto desde todas las Instituciones de todo el mundo, deberían impartirse doctrina que asegurase el reflejo económico en las cuentas anuales, en las variaciones patrimoniales, de las Instituciones sin fines de lucro; y su contrapartida dentro de las cuentas nacionales de cada país como aportación a su producto interior bruto.

[1] Conducta Altruista e Identidad del Voluntariado: claves psicosociales para su formación. Santiago Yubero, Elisa Larrañaga y Cristina Serna. Universidad de Castilla-La Mancha

[2] Chacón, F. Y Vecina, M.L. (1998). Motivaciones del voluntariado. Comunicación V Congreso Estatal de Intervención psicosocial.

[3] Alfred Vernis y otros (1998) – La gestión de las organizaciones no lucrativas. Deusto, Bilbao

[4] Informe de la Comisión de Desarrollo Regional de la Unión Europea de 10 de marzo de 2008

[5] Informe de la Universidad John Hopkins, Measuring Civil Society and Volunteering, septiembre de 2007

[6] Revista contemporânea de contabilidade, año 03, vol.1, num.3. “La valoración del tercer sector”

[7] Goulbourne, Michelle y Embuldeniya, Don. “Assigning economic value to volunteer activity: Eight tools for efficient program management”. Toronto. Centre for philanthrophy.1992


Prendimiento 2010

Prendimiento – La tropa romana prende a Jesús en el Huerto de los Olivos.

Año 2010

Homenaje a las personas que ya no están. Y entre ellas a Antonio Camacho. Muchos años de entrega en la Hermandad de Jesús de Nazareno. Inconfundible su voz y la entrega de los cordones para atar a Jesús. ¿A quién buscáis gente vil?…, ¡Aquí lo tenéis!

Para reflexionar, lee este artículo de Pérez Reverte

solidarios voluntarios«Hace treinta y dos años desaparecí en la frontera entre Sudán y Etiopía. En realidad fueron mi redactor jefe, Paco Cercadillo, y mis compañeros del diario ‘Pueblo’ los que me dieron como tal; pues yo sabía perfectamente dónde estaba: con la guerrilla eritrea. Alguien contó que había habido un combate sangriento en Tessenei y que me habían picado el billete. Así que encargaron a Vicente Talón, entonces corresponsal en El Cairo, que fuese a buscar mi fiambre y a escribir la necrológica. No hizo falta, porque aparecí en Jartum, hecho cisco pero con seis rollos fotográficos en la mochila; y el redactor jefe, tras darme la bronca, publicó una de esas fotos en primera: dos guerrilleros posando como cazadores, un pie sobre la cabeza del etíope al que acababan de cargarse. Lo interesante de aquello no es el episodio, sino cómo transcurrió mi búsqueda. La naturalidad profesional con que mis compañeros encararon el asunto.

Conservo los télex cruzados entre Madrid y El Cairo, y en todos se asume mi desaparición como algo normal: un percance propio del oficio de reportero y del lugar peligroso donde me tocaba currar. En las tres semanas que fui presunto cadáver, nadie se echó las manos a la cabeza, ni fue a dar la brasa al Ministerio de Asuntos Exteriores, ni salió en la tele reclamando la intervención del Gobierno, ni pidió que fuera la Legión a rescatar mis cachos. Ni compañeros, ni parientes. Ni siquiera se publicó la noticia. Mi situación, la que fuese, era propia del oficio y de la vida. Asunto de mi periódico y mío. Nadie me había obligado a ir allí.

Mucho ha cambiado el paisaje. Ahora, cuando a un reportero, turista o voluntario de algo se le hunde la canoa, lo secuestran, le arreglan los papeles o se lo zampan los cocodrilos, enseguida salen la familia, los amigos y los colegas en el telediario, asegurando que Fulano o Mengana no iban a eso y pidiendo que intervengan las autoridades de aquí y de allá –de sirios y troyanos, oí decir el otro día–. Eso tiene su puntito, la verdad. Nadie viaja a sitios raros para que lo hagan filetes o lo pongan cara a la Meca, pero allí es más fácil que salga tu número. Ahora y siempre. Si vas, sabes a dónde vas. Salvo que seas idiota. Pero en los últimos tiempos se olvida esa regla básica. Hemos adquirido un hábito peligroso: creer que el mundo es lo que dicen los folletos de viajes; que uno puede moverse seguro por él, que tiene derecho a ello, y que Gobiernos e instituciones deben garantizárselo, o resolver la peripecia cuando el coronel Tapioca se rompe los cuernos. Que suele ocurrir.

Esa irreal percepción del viaje, las emociones y la aventura, alcanza extremos ridículos. Si un turista se ahoga en el golfo de Tonkín porque el junco que alquiló por cinco dólares tenía carcoma, a la familia le falta tiempo para pedir responsabilidades a las autoridades de allí –imagínense cómo se agobian éstas– y exigir, de paso, que el Gobierno español mande una fragata de la Armada a rescatar el cadáver. Todo eso, claro, mientras en el mismo sitio se hunde, cada quince días, un ferry con mil quinientos chinos a bordo. Que busquen a mi Paco en la Amazonia, dicen los deudos. O que nos indemnicen los watusi. Lo mismo pasa con voluntarios, cooperantes y turistas solidarios o sin solidarizar, que a menudo circulan alegremente, pisando todos los charcos, por lugares donde la gente se frota los derechos humanos en la punta del cimbel y una vida vale menos que un paquete de Marlboro. Donde llamas presunto asesino a alguien y tapas la cara de un menor en una foto, y la gente que mata adúlteras a pedradas o frecuenta a prostitutas de doce años se rula de risa. Donde quien maneja el machete no es el indígena simpático que sale en el National Geographic, ni el pobrecillo de la patera, ni te reciben con bonitas danzas tribales. Donde lo que hay es hambre, fusiles AK-47 oxidados pero que disparan, y televisión por satélite que cría una enorme mala leche al mostrar el escaparate inalcanzable del estúpido Occidente. Atizando el rencor, justificadísimo, de quienes antes eran más ingenuos y ahora tienen la certeza desesperada de saberse lejos de todo esto.

Y claro. Cuando el pavo de la cámara de vídeo y la sonrisa bobalicona se deja caer por allí, a veces lo destripan, lo secuestran o le rompen el ojete. Lo normal de toda la vida, pero ahora con teléfono móvil e Internet. Y aquí la gente, indignada, dice qué falta de consideración y qué salvajes. Encima que mi Vanessa iba a ayudar, a conocer su cultura y a dejar divisas. Y sin comprender nada, invocando allí nuestro código occidental de absurdos derechos a la propiedad privada, la libertad y la vida, exigimos responsabilidades a Bin Laden y gestiones diplomáticas a Moratinos. Olvidando que el mundo es un lugar peligroso, lleno de hijos de puta casuales o deliberados. Donde, además, las guerras matan, los aviones se caen, los barcos se hunden, los volcanes revientan, los leones comen carne, y cada Titanic, por barato e insumergible que lo venda la agencia de viajes, tiene su iceberg particular esperando en la proa.»

Arturo Pérez Reverte

Sexo, mentiras y lenguaje políticamente correcto

igualdad“Por hipocresía llaman al negro moreno; trato a la usura; a la putería casa; al barbero sastre de barbas y al mozo de mulas gentilhombre del camino” (D. Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas).

 

Es más que evidente el machismo implícito en los plurales en masculino del español (y quien diga lo contrario miente), que han condenado a la mujer a una invisibilidad que no es trivial. Como dice Adrienne Rich “cuando alguien que tiene la autoridad de un profesor, pongamos por caso, describe el mundo y tú no estás en él, hay un momento de desequilibrio psíquico, como si te mirases en un espejo y no vieses nada”.

El eufemismo es, según el Diccionario de la Real Academia, una “manifestación suave o decorosa cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante”; y, otros diccionarios consultados, una “palabra o frase con que se suaviza una idea o concepto”. Llama la atención la idea de “suave”, de “suavizar”; y el hecho de que se oponga a, por un lado, lo duro o “malsonante”, pero también, por otro, a la expresión “recta y franca”. Sin embargo, siempre queda claro que lo que se suaviza es la “idea o concepto”… no la realidad.

No todo lo que se considera eufemismo tiene el mismo valor. Por ejemplo, remplazar “ciego” por “no vidente” es una estupidez lisa y llana o, para decirlo más suavemente, algo inútil, ya que las dos expresiones son equivalentes; en cambio, remplazar “inválido” por “discapacitado” tiene la innegable ventaja de una mayor precisión y, por qué no, justicia intrínseca ya que expresa la realidad de una capacidad distinta. Si eso es lo que se busca, bienvenido sea.

En mi humilde opinión de hombre, seguramente mal criado en el machismo, no cabe hablar de lenguaje sexista o no sexista, y me explico por qué el sexismo a quien afecta es a las personas. Es ahí donde lo encontramos, por desgracia. Por tanto una palabra o un uso gramatical o semántico no podrá ser sexista, sino que lo que será en todo caso sexista será su utilización por parte de personas con mentalidad machista. Además, el idioma recoge palabras racistas y de todos los -ismos imaginables, porque es su función, y no cabe expulsar palabras del diccionario porque no nos gustan lo que expresan: es algo de locos y creo que nos haría un flaco favor. Matando al mensajero no se consigue nada, y el lenguaje es el mensajero de los pensamientos y la cultura de una sociedad es la que tiene que cambiar la forma de razonar.

Es inapropiado juzgar a otra persona por el color de su piel. Entonces, en los Estados Unidos, se fue pasando de la palabra ‘negro’ a ‘afroamericano’. Parece lógico que en lugar de referirnos a la persona por su color lo hacemos por su origen. Pero hete aquí que ocurren dos cosas: primero, seguimos discriminándola, sólo hemos cambiado el motivo y segundo cambiamos el lenguaje pero no el trasfondo racista. Lo correcto sería, simplemente, llamarla ‘americano’ a secas.

El libro “El coño de Don Camilo” se refiere al gusto de Cela, de D. Camilo José, por llamar a las cosas por su nombre. Aquí recordamos algo que poca gente conoce, y es que fue el escritor quien consiguió que la palabra “coño” se incluyera en el Diccionario de la Real Academia Española. “La palabra coño la llevé yo –dijo él de Iria Flavia-, con la autoridad de Quevedo. La Academia siempre ha sido mucho más abierta de lo que la gente cree. Pero bueno, en todo caso, hay autoridades que no se pueden rebatir, tú verás, dime quién rebate a Quevedo y su ‘coño’…”

La anécdota por “excelencia” es la que hace referencia al paso del escritor por el Senado, cuando fue nombrado senador por designación Real, en 1977. En uno de esos momentos, el presidente del Senado en aquella época, Antonio Fontán, se dirigió al escritor a quien había sorprendido “echando una cabezadita”. “El señor Cela está dormido”, dijo, y Cela respondió: “No, señor Presidente, no estaba dormido sino durmiendo”.

“¿Acaso no es lo mismo estar dormido que estar durmiendo?” le dijo el presidente, y Cela respondió: “No, señor Presidente, como tampoco lo es estar jodido que jodiendo”, respondió.

Pero ¿quién hace que cambie la cultura de una sociedad? El lenguaje sensible, que es como se conoce a todas estas adaptaciones con el objetivo de incorporar una visión de enfoque de derechos humanos en nuestra comunicación, es una medida de discriminación positiva en pro de la igualdad (personas con capacidades diferentes, persona de países del sur, etc.). Y efectivamente, debería ir acompañada de otras medidas que aportasen  propuestas de reducción de las desigualdades.  Tal vez, de lo que se trata es de asumir el principio de corresponsabilidad  en relación a la igualdad y el respeto por la diferencia, es decir, cada persona, cada agente social,  cada entidad, administración, etc. debería asumir la responsabilidad que a este respecto tiene.

El lenguaje políticamente correcto como hemos visto no basta. Además deben utilizarse las palabras correctamente, y si no pregúntense si les da lo mismo “estar jodidos o estar jodiendo”. El otro día me llegó un correo electrónico, que ahora reproduciré en parte, y que puede servir para poner de manifiesto que no hay que inventar la rueda, y “muchos nuevos palabros que ahora se crean” no son necesarios para que un mensaje o texto sea políticamente correcto; y además a veces el uso inadecuado hace que el significado sea distinto, cuando no convierte un discurso en algo ilegible y que consigue, por el uso de la o/a permanente, que se pierda el mensaje.

El mensaje electrónico que antes citaba decía algo así:

«En español existen los participios activos como derivados de los tiempos verbales.

El participio activo del verbo:

atacar, es atacante;

el de salir, es saliente;

el de cantar, es cantante;

el de existir, existente.

¿Cuál es el participio activo del verbo ser?

El participio activo del verbo ser, es “el ente”. ¿Qué es el ente?

Quiere decir que tiene entidad.

Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final “-nte”. Y el participio no tiene sexo, y su género dependerá del uso.

Por lo tanto, a la persona que preside se le dice presidente, no presidenta, independientemente del sexo que esa persona tenga, siendo por ejemplo Dª. Ana Patricia Bótin (la –género-) presidente de Banesto. Se dice capilla ardiente, no ardienta; se dice estudiante, no estudianta; se dice paciente, no pacienta; se dice dirigente y no dirigenta.

Y es que la terminación –e no tiene género. El género está en el artículo que la precede, y es el uso machista el que nos lleva a pensar que presidente es un “presidento” (el presidente) y no somos capaces de pensar en la gerente, la dirigente…

El que mandó esto frustró a un grupo de hombres que se había juntado en defensa del género (lo siento).

Ya habían firmado:

el dentisto,

el poeto,

el sindicalisto,

el pediatro

el pianisto,

el turisto,

el taxisto,

el artisto,

el periodisto,

el violinisto,

el telefonisto,

el gasisto,

el trompestisto,

el techisto,

el maquinisto,

el electricisto,

el oculisto,

el policío del esquino

Nota final:

Uno que no se sí podemos aceptarlo –actualmente que nadie personalice en el poder ejecutivo-, es en vez de decir:

“esa persona es UN CARGO PUBLICO”,

-puede decirse:

“esa persona es UNA CARGA PUBLICA”…

Ahora eso sí asumiendo que el significado puede ser sustancialmente distinto.»

Dicho esto hay que matizar el correo electrónico porque no es completamente cierto que el participio activo del verbo ser sea ente, aunque si que veremos que tiene un cierto origen fundado. El diccionario de la Real Academia de la Lengua establece que ente es «Lo que es, existe o puede existir», aunque si bien es otra la acepción que estamos buscando como es la terminación en -ente: «Forma adjetivos deverbales, llamados tradicionalmente participios activos. Toma la forma -ante cuando el verbo base es de la primera conjugación, -ente o -iente, si es de la segunda o tercera. Significa ‘que ejecuta la acción expresada por la base’. Agobiante, veraneante, absorbente, dirigente, dependiente, crujiente. Muchos de estos adjetivos suelen sustantivarse, y algunos se han lexicalizado como sustantivos y han generado, a veces, una forma femenina en -nta». Es decir que sí que es cierto que la terminación -nte expresa la capacidad que significan que ejecuta la acción expresada por la base.

Hay que considerar que quizás por aquello de «si no es por hermoso que sea por pesado» a fuerza de repetir y oír se tiende a hacer la conclusión de que todos los sustantivos y adjetivos que terminan en «o» y en «e» son masculinos, mientras que los que terminan en «a» son femeninos. Nada más alejado de la realidad ya que un trompetista afortunadamente no será «un trompetisto» por mucho que queramos expresar sexo distinto, ni una persona será «un persono» por aquello de diferenciar femenino y masculino.

El trasfondo, sin embargo, no es tan halagüeño. Las solas palabras, por correctas que parezcan, no tienen la magia de convertir los objetivos y medidas en viables o inviables, posibles o imposibles. ¿Cambiamos el lenguaje para cambiar la realidad o para evitar cambiar la realidad? Porque, mientras los españoles se preocupan de no decir “moros” sino “magrebíes”, se cuidan mucho de la “invasión de magrebíes” hambrientos que quieren cruzar el Mediterráneo; y ocasionalmente los internan en campos de concentración ad hoc, perdón, en “centros para extranjeros”. Y quizás eviten decir “gitanos”, pero se cuiden mucho al enviar a sus hijos a una escuela “intercultural”.

Esto se da en numerosos ámbitos, que nos llevaría mucho más espacio desarrollar. Baste recordar la cuestión del lenguaje sexista. Mucho se ha afirmado acerca de que el castellano es un lenguaje sexista, pero con esto no siempre se dice la misma cosa. Es cierto que es molesto que, si hay treinta  mujeres y un varón, se diga “nosotros”. Pero esto es una cuestión de género (no de sexo) no marcado, es decir que se da por supuesto y funciona como neutro y también es una cuestión de actitud del hablante ya que pudo utilizar nosotras. Y no digo que las convenciones sean inocentes, lo que digo es que una actitud discriminatoria inherente a un idioma es algo más bien difícil de probar. Es cierto que los hispanohablantes tendemos a ser machistas, pero ¿los ingleses no?, quizás no lo sea el cambio del apellido de la casada por el de su marido. Volvemos a lo anterior: lo sexista está en la actitud del hablante, un lenguaje igualitario ayuda, y mucho, pero si la actitud no se cambia desde el origen la evolución será lenta y ajada y como dice aquel refrán puede suceder aquello de “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.

 

La persona escritora de esta obra

Juan Jesús Donoso Azañón

Genialidad de Muñoz Seca

Corral de Comedias de AlmagroD. Pedro Muñoz Seca, celebre autor de La venganza de D. Mendo, vivía en Madrid, en una finca de la C/ Velázquez, y con pocos días de diferencia fallecieron los porteros de dica finca, una venerable pareja de ancianos, querida y respetada por todos, fueron enterrados juntos, y uno de sus hijos, le pidió a Muñoz Seca que le escribiera un epitafio para sus padres y éste, cumplió el encargo y le escribió el siguiente verso: 

 

Fue tan grande su bondad

Tal su generosidad

Y la virtud de los dos

Que están con seguridad

En el Cielo, junto a Dios

 

En aquella época, los epitafios de las lápidas debían ser aprobados por el Obispo de la diócesis, y el de Madrid no lo aprobó, diciendo que Muñoz Seca no era quien para decir que los difuntos estaban en el cielo junto a Dios. Muñoz Seca, entonces, rectificó y escribió este otro epitafio:

 

Fueron muy juntos los dos,

El uno del otro en pos

Donde siempre va el que muere….

Pero no están junto a Dios,

Porque el Obispo no quiere.

 

El obispo se enfadó y envió un escrito a Muñoz Seca:

 

“Ni yo ni ningún representante de la Sta. Iglesia, intervenimos para nada en el destino de los difuntos, por tratarse de un misterio inescrutable, que ni usted, a pesar de su buena voluntad, ni nosotros estamos capacitados para aclarar”.

 

 

Muñoz Seca volvió a rectificar y escribió el epitafio definitivo:

 

Flotando sus almas van

Por el éter débilmente,

Sin saber que es lo que harán

Porque desgraciadamente

Ni Dios sabe donde están.

 

Despertar en una noche de verano

Bajo la luz tenue de una luna que construye la cuna donde se mece la noche de la mancha granatuleña, paseaba lento mientras la imaginación no dejaba de volar hacia ese cielo infinito manchado de estrellas. La brisa de la noche acariciaba su cara mientras en sus ojos se clavaban las figuras que dibuja la carreta de la osa mayor con la menor.

Aún en su memoria resonaba la canción de mago, qué duermas bien mi dulcinea: Dejaré verte crecer, me marcho a vivir donde habita el olvido, intentaré buscar el camino. Cada vez que intento perder el miedo a caer me tropiezo en mi mismo. Se miro las manos y la tristeza se apoderó de él, ¡qué difícil es coger el agua con los dedos!, – pensó.

En su andar desmoronaba ese suelo volcánico, ya tenuemente iluminado por el resplandor que allá en el horizonte anunciaba la llegada del nuevo día, y en su sonido se componía la banda sonora de la vida.

Recordaba la noche de fiesta del año anterior y ese pregón del imaginario Sancho acompañado de su amigo Don Quijote, donde sin saber aún sí fue una vivencia irreal o un sueño real, paseaba por nuestras tierras manchegas. Se acordó del caballero andante y se sintió un poco así, como el mal andante caballero que nunca fue pero que había siempre rodeado su existencia. Acaso toda su vida se había dejado llevar por un montón de locuras, de ideales irreales, de sueños embrolladores pero no embusteros. Se entristeció aún más. Quizás su existencia sólo había sido eso un torpe caminar en busca de desfacer entuertos ajenos y fue como el agua del río empujada, llevada hacia el mar quiera o no. «Tuvo a todo el mundo en poco, fue el espantajo y el coco del mundo, en tal coyuntura, que acreditó su ventura morir cuerdo y vivir loco», las palabras de D. Alonso Quijano rebotaban en su mente.

Andando pisaba la vereda donde Don Quijote libró la batalla de los Galeotes. zas, tin, ton… Podía escuchar los golpes contra los guardianes que llevaban a Galeras a los presos. Y también pudo escuchar las piedras que golpeaban a D. Quijote después de liberarlos, como premio a su locura idealizada, maltrecho y dolorido no podía entender cómo después de desfacer entuertos contra desvalidos su premio era ser lapidado. Incomprendido.

Seguía pensando: Y esta Mancha que aquí parece empezar, que aquí abre camino sin final,… es antesala del Universo, que sigue siendo el milagro del pan y del vino, eso que bien sabéis vosotros, hombres sufridos en la tierra donde:…. las cebadas, trigales, avenas y centenos, han dado vida y solera a años de lontananza en ese risueño campo con el sol campesino de amores. Aquí empiezan los ocres dorados, los sienas tostados al trasluz de un sol radiante, casi asesino, que amamanta los atardeceres hermosos.

Granátula es tierra que rozó el bueno de Don Quijote y que, llegase a ser tan hidalga como Don Alonso Quijano, pero tan humana y tan fiel, como el bueno de Sancho Panza, porque llegando camino de las Cañadas, reales de apellido, y de esa Mancha tan llana, se encuentra este lugar, diferente y distinto, cuna de Oretanos y obispos, estirpe calatraveña, tierra propensa a crear linajes, hombres ilustres de genio innovador, a veces levantisco, cuna de iluminados, hombres de la iglesia y de las armas como nuestro ilustre D. Baldomero, Espartero conocido en todo el mundo, riqueza de la cultura, la vuestra que es, también la nuestra.

Y así ensimismado dio un tropezón y levantando la vista:
– ¡Eh señó! Buenos días.
– Una niñita, preciosa, morena, ojos castaños… ¡Eh! Sí. Hola Dulcinea
– ¡Se acuerda de mí!
– Cómo no recordarte. ¡Cada día estás más guapa! Mi Hada.
– Uy, bueno ya sabe que mi nombre no es Dulcinea.
– Sí pero para mí eres Dulcinea, aquella mujer cuyo origen no importaba sólo que era el sueño del caballero. Sueños… ¡qué difícil es tenerlos sin quedar fuera de la realidad!
Se ruborizó un poco.
– Muchas gracias. Me siento como esa hada con tus palabras. Pero ¿qué haces por aquí?
– Difícil pregunta, mejor dicho compleja respuesta. Como el caballero andante que tanta fama dio a nuestra tierra, ando perdido, errante. Demasiados sueños en mi faltriquera que para más ende tiene un roto en el fondo. ¿Sabes? Creo que necesito un poco de tu magia, ¿qué hiciste con la varita, toda hada que se precie tiene una?
Dulcinea esbozó una sonrisa en su cara.
– ¿Pero a tus y tantos aún sigues creyendo en las hadas?
Puso una sonrisa un tanto pícara.
– Creo que sé lo que intentas decirme, al final la magia se compone de pequeñas cosas, de pequeños momentos, que tienen su seducción, su embeleso, la atracción… Pero no puedo creer que necesites esa magia, el señor de los sueños.

Volvió a tropezar y despertó del espejismo de Dulcinea y de los sueños. Y como Calderón recordó que los sueños, sueños son…

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Y es que los tiempos cambian, así de sencillo. Ahora, las bellas mozas van enjutadas luciendo torso, escote y entre falda de poca tela que con retal se adereza, enjaulan su esbeltez entre tacones, menos lejanos que aquellos de nuestro Pedro Almodóvar. Lejanas quedan, por tanto, aquellos ropajes de nuestras madres y abuelas, con ancha saya de verbina, sobre un refajo o dos de bayeta amarilla y arriba, jubón negro, y… ¡osado sería y la Inquisición, que también dejó huella en nuestro pueblo, bien cumpliría, el que por suerte y más bien eran tiempos de desgracia, pudiese ver tobillo al bies, con piel o sin ella¡. Buenos tiempos para los jovenzuelos que hacían despertar su imaginación en vuelo constante para saber que habría debajo de jubón, saya o mantón.

Tiempos distintos, ahora todo el mundo te llama amigo por algún suceso insignificante que haya sucedido entre los dos, pero olvidan que la amistad es más que el trato superficial entre tú y nosotros y que consiste en procurar siempre el bien del otro sin que a ti te importe secundar tus necesidades a las del camarada. «Si da el cantaron en la piedra o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro». Un verdadero amigo jamás te haría daño, ni aunque fuera por tu propio bien.

Pero la amistad es algo distinta al cántaro y se lima con la relación. Siempre recordaré el dicho que cita mi madre «el roce hace el cariño». Y deseo creer que las personas tienen permanentemente el deseo de olvidar aquellas rencillas que atrás limaron buenas relaciones. Debe haber refuerzos amorosos en encuentros ya consumados y flechazos nuevos que hagan rechinar los cascabeles del corazón; debe enjugarse el llanto en raudales de alegría; debe beberse de la pócima del buen rollo, del roce amigable, del beso juguetón, de la carcajada airosa junto a un buen vino. Pero eso sí siendo fieles a nosotros mismos y huyendo del advenedizo que mal trago tiene.

Son las 7 de la mañana… hora de levantarse.  Qué raro, juraría que he estado toda la noche en danza,  en fin… será un sueño y los sueños, sueños son.

Una oportunidad repleta de esfuerzo.

 

 <<Gandi decía hay alimentos suficientes para todo el mundo, pero no para la avaricia de unos pocos>>.  Y la avaricia es la base del sistema capitalista implantado en el mundo moderno.

 

Toda crisis siempre supone un estado de shock del que, en un primer momento, parece prácticamente imposible salir; fase a la que seguirá la rebelión contra la realidad pudiendo tomar en su salida dos caminos distintos: la resignación final o la metamorfosis. Toda metamorfosis supone un tremendo esfuerzo, desarrollo, cambio; esfuerzo que no puede ser sustituido ni aminorado ya que sino el resultado no es el esperado.

La naturaleza, de la que deberíamos haber aprendido mucho más, nos enseña la metáfora perfecta para quien emprende un camino de búsqueda y transformación, cómo es la existencia del gusano / crisálida / mariposa. Un mismo ser que transita en su vida por tres estados. Toda la información genética de la mariposa, con sus alas, sus colores, su posibilidad de vuelo y belleza, está latente en el gusano pequeño y terrenal, húmedo y oscuro que se arrastra medio ciego e ignorante, quizás, de su destino final. Llegará el momento de retirarse de esa vida, de formar un capullo que lo aísle y le posibilite morir a lo que era para surgir transformado. Es un proceso que se intuye arduo, oscuro, solitario, doloroso, difícil. Un estado plagado de incertidumbres, en los que se va tornando cierto sólo el esperar, sólo el buscar en uno mismo, sólo el reconocer aquello que ya no nos sirve y que se debe abandonar.
Si el proceso de la crisálida llega a buen término, otro ser, que aparenta ser de otra especie distinta y mucho más evolucionada al gusano original, surge radiante a la nueva vida.

Es un camino sin atajos difícil de comprender en la sociedad actual, en la que se tiende a eliminar el esfuerzo: aprenda en dos días, adelgace con ejercicio pasivo, etc. Si en el camino de la metamorfosis del gusano a crisálida se nos ocurre hacer más leve el esfuerzo de salida y ayudamos al gusano a salir del capullo haciendo un agujerito en el mismo para que aflore más fácilmente de la cápsula, la mariposa no volará porque el esfuerzo de rotura y salida, extenuante, que hace el gusano para salir, es el que también hace que desarrolle sus alas, y hace que consiga la fuerza en sus músculos necesaria para poder volar después.

La transformación depende de cada uno, y en la sociedad de toda ella en su conjunto. El cambio por el cambio no sirve. Al transformarse debe reinventarse cada uno, debería reinventarse la sociedad. El futuro será una batalla entre la dualidad de la cultura y la consciencia frente a la pareja representada por el conflicto y el egoísmo. Para mí lo importante no es la realización de los deseos sino lo que los deseos hacen para que nos realicemos. El verdadero regalo que un humano puede recibir es desvelarle sus talentos y acompañarle en el desarrollo personal. Ahora bien este pensamiento no encaja en la cultura del pelotazo y riqueza fácil y rápida.

La salida de la crisis de este país llamado España, su futuro, pasa por la formación y por la cultura del esfuerzo. Educación, cultura y formación, y desde luego en estos momentos no es admisible una bajada en la inversión en innovación y desarrollo. Y la llamo inversión porque no es un gasto sino que, volviendo a la naturaleza, significa sembrar para recoger mañana.

La salida de la crisis implica reinventarse. España tiene que saber qué quiere ser de mayor. EEUU y Alemania saben lo que quieren ser. Tardarán más o menos en absorber la crisis pero al final por ejemplo en Detroit, y después de la tremenda crisis actual de los vehículos, desarrollarán el motor eléctrico o el de hidrógeno y empezarán a fabricar, cientos de miles, y saldrán. Sin embargo ¿qué es lo que quiere ser España? Sol y Paella es una configuración gastada, en declive, ¿qué queremos ser de mayores?

Ahora que parecemos ir sin rumbo, ahora que la crisis es más profunda y parece que ha tocado fondo es cuando más valor toma esta pregunta y debe hacernos reflexionar a todos, y más a los que tienen en sus manos el rumbo de este barco llamado España. ¿Qué queremos ser en el futuro? La Investigación más desarrollo más innovación no puede ir sin capitán, sin rumbo. Si España se configura en el pasado con sol y paella poco sentido tiene el I+D+I, sobre todo si no se realiza el cambio necesario en el turismo evolucionando del mercado maduro en el que estamos, en el que además hay muchos competidores esperando entrar a más bajo precio y con una oferta muy similar -Turquía, norte de África, los países Balcánicos-. Quizás exista un nicho en las energías renovables donde no deberíamos perder esos primeros puestos de cabeza que ahora ostentamos. El porvenir se fragua en el presente y para ello hay que trazar las líneas que llevan hacia él, hay que trazar el rumbo con políticas orientadas a ello.

Pero el futuro tiene que ir por el trabajo, en esas líneas trazadas. No tiene sentido que sólo se desarrollen las actividades subvencionadas, que sí bien pueden ser el germen para que nazca el producto, no puede permanecer invariablemente de por vida. Y también la salida de esta crisis pasa por el paso de empresarios a emprendedores sociales, no basta sólo es crear una empresa sino que ésta debe estar inserta en el medio donde se desarrolla, que es mucho más que la creación de recursos, de valor y compartirlos con la sociedad.

Hará falta por tanto solidaridad, abolir fronteras, no perder la memoria y crear las regulaciones necesarias y sobre todo dar luz a la buena gente.

No hay vuelta atrás, y aún el momento de la meta es lejano para muchos de nosotros. Hagamos, entonces, un coliseo de crisálidas. Seres que habitan el misterio de la transformación. Tal vez, ese proceso, ese oscuro y desconocido proceso, pura promesa de luz y vuelo, de belleza y libertad, donde uno no es lo que fue pero aún tampoco lo que puede ser, sea el acto sagrado, el verdadero arte de ofrecer la búsqueda como acto de confianza y fe en la posible evolución.

 

 

 

 

 

Crisis económica, crisis de valores

 

Nada más cierto y nada más lejos de la realidad aquello tan oído de que la crisis actual que sufre todo el mundo es financiera. La actual crisis financiera es «ante todo un desastre ético».  El propio capitalismo ha sido desbancado y pasado por la derecha y por la izquierda, han ganado los “pícaros» a causa de la falta de aplicación de la regulación, ya que en mi opinión regulación la hay (llegando al exceso) pero simplemente no ha sido impuesta, y la excesiva codicia. El ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) Michel Camdessus situó el final del túnel en la «recuperación de los valores éticos» de la economía, cosa que comparto plenamente.

 

Hace unos días escuché al Presidente de la República Dominicana D. Leonel Fernández entiende que esa crisis financiera se originó por la especulación, falta de supervisión, la no utilización de normas contables, firma fraudulenta de auditorías, de agencias calificadoras de riesgos, que en el fondo dan una crisis de podredumbre en el sistema. Dijo que en el fondo ahora los países desarrollados piden más supervisión, más transparencia y regulación, pero resulta que hay más pobres y más desorientados, producto de la avaricia y codicia, de acumulación de riquezas, y lo único que puede salvar la situación es  retornar a los valores éticos.

 

Pero aunque pueda compartir alguno de los puntos creo que se está olvidando el origen real de la situación actual. Si se me permite es como al enfermo de cáncer al cuál se le administra medicina para que no tenga dolor de cabeza; ¿le enfermedad es el dolor de cabeza o el cáncer? El problema real reside en el sistema económico actual, que hace mucho tiempo dejó de ser capitalismo y que se ha convertido en el sistema de más y más, en el sistema de la exhuberancia irracional (como afirmó el Presidente de la Reserva Federal Americana, D. Alan Greenspan) y del crecimiento desmedido en todo con cantos de sirena a los que el ilustre caballero Don Quijote llamaría necedad caballeresca. Y explicaré punto por punto mi razonamiento:

 

1. El capitalismo simplemente no existe. Palabra compuesta de capital e ismo, con significado por tanto de exaltación del capital. Desde cuando cuando se exalta algo se le degrada hasta que no tiene valor. Sí, el capital, el dinero es un bien que no vale nada y la prueba más palpable es que los bancos centrales de todo el mundo lo único que han sabido hacer es bajar los tipos de interés a cero. Bien pues si el capital es algo gratuito el capitalismo ha desaparecido. Y si es gratuito póngame más y más.

 

 

2. La época de la sostenibilidad. Sostenibilidad económica, medioambiental… Punto que creo que es el único real. Pero ¿a quién queremos engañar? ¿Cómo puede sostenerse algo que se basa en el continuo crecimiento? Creemos en un mundo sostenible cuando el sistema que está por debajo, este neocapitalismo rebasado, sobre el que se sustenta todo, se basa en el crecimiento constante para conseguir el equilibrio, se basa en un crecimiento desmedido, exponencial, desproporcionado. Sí en todo y en todos. Crecimiento en las personas que cotizan para sustentar el sistema de pensiones. Consumismo exhacerbado para poder mantener el nivel de vida, el incremento de la productividad basado en producir más y más cosas, tengan sentido o no siempre y cuando se vendan. Esto es lo que yo denomino sistema de neocapitalismo rebasado, que sustenta su permanencia en el  crecimiento constante y exponencial de la masa monetaria. Analicemos estos puntos con detalle.

 

3. Consumismo ¿Sobre qué base se ha sostenido el consumo? Su estímulo se ha apoyado en una práctica cotidiana cada vez más generalizada e impensada en el pasado: el endeudamiento. Esta práctica ha significado un cambio en la percepción del acto de endeudarse posibilitado por las facilidades y porque el capital era gratuito, ¿lo recuerdan, verdad? En otras palabras, el consumo se ha asentado sobre un espejismo: la posibilidad de crédito infinito. Y, por supuesto, ha ido en detrimento de un viejo valor: el ahorro, que habría servido en estos momentos difíciles. De hecho, a mitad de los años ochenta la tasa de ahorro era cercana al 10%; recientemente ha sido menor del 2% e incluso negativa. Se estima que en este país cada hogar tiene un promedio de ocho tarjetas de crédito, lo cual permite gastar mucho, muchísimo más de lo que se tiene o puede. Parece que estas pautas de conducta avanzan hacia la crisis.

 

Estos patrones consumistas forman parte de una serie de prácticas socio-culturales que han exportado a todo el mundo a partir de los Estados Unidos. Desde el sociólogo Thorstein Veblen (1857-1929) muchos autores han estudiado el papel del consumo como indicador de posición social. La particularidad es que ya no se persigue tanto estar a la altura de los vecinos (la vieja frase: keeping up with the Joneses), sino que hay una nueva versión en que los referentes de consumo no los fijan aquellos –los vecinos–, sino gente con ingresos muy superiores. Hay que estar a la altura de la gente de la Moraleja, Las Rozas o Pozuelo, hay que tener un chalet “endosado”, perdón adosado (en que estaría pensando, quizás en la forma en la que se financia, hipoteca más allá de la jubilación, o quizás en la construcción de endoso de los chalet -150 metros cuadrados en 5 plantas-). Esta es la base de la nueva cultura de consumo: se aspira a consumir bienes, a tener estilos de vida, que se sitúan por encima de la posición social. En estas circunstancias y con aspiraciones por encima de lo posible la gente aunque tenga más bienes de consumo siempre se va a sentir pobre e insatisfecha.

 

La satisfacción depende cada vez más de expectativas configuradas socialmente y no de lo que se tiene en términos absolutos. Un tema que dominará sin duda el debate futuro. ¿No sería ideal llegar a niveles de consumo funcionales para la economía, el ambiente y las posibilidades verdaderas de las personas?

 

3. ¡Se nos rompió la vara de medir! El papel del dinero quedó sin validez, sí esa vara de medida que ahora a toda costa se trata de recuperar. Pero cómo iban a fiarse unos bancos de otros y a prestarse dinero si precisamente no sabían lo que se estaban intercambiando. Nuestro ilustre Quevedo decía que no hay nada más necio que considerar valor igual a precio. Ilusión de riqueza sin embargo alojada en toda la sociedad. Me explico, si una persona trabajando en su vida es capaz de comprar un piso (medio de 80 metros cuadrados en una zona más o menos acomodada), un vehículo y disfrutar de unas vacaciones al año además de vivir dignamente y al final contar con una pensión que le permite vivir qué más da que el precio de todo eso sea 800.000€ o 8 millones de euros. El valor de lo que ha generado en toda su vida ha sido eso, el piso, etc. y el precio es sólo la expresión de la vara de medir ese valor. Pues bien, y en esto hay que cargar las tintan en los bancos centrales y el los políticos que no es que hayan permitido sino que han sido los generadores del crecimiento constante y exponencial de la masa monetaria en manos del público (con crecimientos del 11% en un mes como en julio de 2007 según los datos del BCE), resulta que depende del momento el metro que se ha estado usando unas veces mide 80 cm y otras veces 350cm (elevación del precio de los pisos más de 5 veces, o incremento del precio de valor de las punto .com en cifras que mi memoria ha decidido borrar). Pero ¿a quién engañamos? Cueste lo que cueste en términos monetarios el valor que he sido capaz de generar con mi vida laboral ha sido el del piso ni más ni menos, y pese a que me cueste decirlo, sigo siendo igual de pobre antes que ahora, no he enriquecido porque el precio creciera exponencialmente fuera de toda lógica que no esté basada en el incremento de la productividad.

 

Y de tanto usar el metro, resultó que hemos construido un rascacielos, eso sí, los pilares de un metro en unos casos miden 80cm y en otros 320cm. ¡Qué raro que se haya caído!

 

4. En el grupo de amigos he escuchado aquello de los bancos prestan mi dinero y resulta que a mí no me dan nada y ellos cobran “lo que no está escrito”. Mi respuesta siempre sembraba aún más duda: ¡Pero no sabes lo peor, es que los bancos no están prestando tu dinero, ni el mío, directamente están imprimiendo los billetes (generando el dinero) que es el que prestan… les sale gratis! Si el dinero se crea a partir del endeudamiento, cada vez que alguien pide un préstamo ese dinero se genera. Pero únicamente el dinero no los intereses. Entonces alguien podría preguntarse ¿pero… si resulta que el dinero que hay en circulación se corresponde con la deuda y no incluye los intereses; si tuviéramos que devolver todos los préstamos ahora no habría suficiente dinero para hacerlo? Efectivamente no lo habría. Pero no hay problema porque el sistema seguirá prestando más y más de forma que el nuevo préstamo cubra las necesidades de dinero anteriores. Claro que esto no les suena a las llamadas “estafas piramidales” en el que el los intereses al inversor antiguo se devuelve con las nuevas aportaciones de los nuevos inversores.

 

5. Alguien puede decirme entonces que este sistema no ha quebrado. Si que ha quebrado y por eso todos los políticos se afanan en cubrir el agujero, sea como sea, para que la pirámide siga creciendo, no se vaya a caer y la momia quede al descubierto.

 

La creación del dinero debe cambiar, sí no puede ser el endeudamiento quien genere dinero. Debe atarse o ligarse la creación de dinero al incremento del valor de la producción de un país o zona, lo que en definitiva llevaría a que el dinero nuevo creado depende del incremento de la productividad. Una propuesta sería que el dinero se crease a partir de la infraestructura pública de forma que el valor de la inversión de ese país, de su capacidad de generar riqueza para todos, sea determinante.

 

6. En una conferencia escuché algo que me dejó muy preocupado, que habían desaparecido los valores de los dos grupos que podríamos llamar republicano y bíblico – religiosos y su reemplazo por los valores de libertad, éxito personal y logro económico. No seré yo quien califique el actual modelo y si estos valores son mejores o peores, quizás porque no sería capaz de hacerlo. Pero sí que los desmenuzaré porque si que creo que el actual sistema económico responde a estos valores. El modelo que tenemos está basado en libertad, éxito y logro económico entendiendo por cada una de estas características que hago lo que quiero, vivo en mi mundo, intento estar en la clase social de arriba y por supuesto el dinero es lo que vale y es resto es filfa. Y se basa en la libertad, o eso al menos  se defiende, porque cada uno hace lo que quiere, estando en la sociedad siempre y cuando suponga no signifique un lastre para el desarrollo propio. En fin… podemos criticarlo o no pero lo que no podemos pasar por alto es que es el modelo que hay actualmente, y poco importa si nos gusta o no,  tiene su refrendo en el modelo económico que sigue aplicándose. Y sí el modelo económico actual está en crisis desde mi punto de vista lo que está en crisis es algo superior como son los valores sobre los que se sustenta.